Este 11 de septiembre de cumplieron 48 años del sangriento golpe militar en chile, hoy publicamos un artículo de Luis Mesina, dirigente sindical de la federación bancaria, vocero de la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP, a la par, es participantes del El Comité Internacional de Enlace e Intercambio (CILE) del Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos (AIT)iniciativa internacional acompañada por el CAIT.
Maracaibo 10-09-2021
Publicado Por: Coordinación Nacional Autónoma e Independiente de Trabajadores (CAIT)
Por Luis Mesina
Este 2021 se cumplen 48 años del ominoso golpe cívico militar que perpetrara la derecha chilena, de la mano del gobierno estadounidense dirigido por Nixon y Kissinger. Esa ruptura de la democracia, que ahogó a nuestro país en una sistemática política de violaciones a los derechos humanos, aún no encuentra la verdadera reparación, pues, mientras no haya verdad y justicia el dolor seguirá latente por muchos decenios.
Conmemorar
significa recordar, pero solo se puede recordar aquello que se conoce. Tres
cuartas partes de nuestra población nacieron después del 11 de septiembre, de
allí que sea relevante recordar esos hechos de nuestra historia.
La felonía llevada adelante por aquellos que suelen enarbolar la bandera es un acto de la mayor gravedad, que desagraciadamente en nuestro país ha sido soslayada por muchos que gobernaron nuestro país en estos 30 años, en beneficio de los que traicionaron la patria y confabularon desde el primer día en que asumiera el gobierno popular para acabar con la vida del Presidente mártir, Salvador Allende.
Ese martes 11 de septiembre en que la democracia fue suplantada por el crimen, el terror y la violación extrema y permanente a los derechos humanos, se develó de manera nítida que ese flagrante episodio de nuestra historia no fue azaroso, respondía a una rigurosa planificación mucho antes que asumiera el poder el Presidente Allende. La derecha golpista en cuyo seno se encontraban los Edwards, los Jarpa, los Allamand, los Matte, los Larraín, jamás aceptaron el triunfo democrático de un gobierno popular, y desde el primer día, conspiraron por acabar con él.
Muchos de
aquellos, aún ocupan importantes cargos en la dirección del Estado, de ministros,
de congresistas, de empresarios. Son una muestra más de que, a casi 50 años,
aún no se ha hecho total justicia sobre ese alevoso crimen a la república de
Chile.
Conmemorar implica recordar. Recordamos que el eje central de la política del gobierno de Salvador Allende fue restituir la dignidad y el rol que le asiste en la sociedad al mundo del trabajo y quiénes son sus protagonistas principales, los y las trabajadoras.
Las permanentes palabras del presidente Allende en los momentos previos al bombardeo de La Moneda, confirman su lealtad y confianza con el mundo del trabajo. Recordamos algunas de ellas.
¡SOMOS TRES MILLONES DE TRABAJADORES
CONTRA 50 MIL GOLPISTAS!
“La mejor arma son los puños, las máquinas, las herramientas, las palas. ¡Pueblo de Chile: a no dejarse aplastar por el fascismo! ¡A luchar por las conquistas conseguidas en tres años de combates fervorosos! ¡A no dejarse derrotar ni desanimar! ¡Cada minuto que pasa corre a favor de nosotros! ¡Viva Chile!”
A 48 años,
evocar esa fecha histórica implica comprometernos con la lucha que dieron
tantos y tantas por hacer de nuestro país un país más justo. Ello significa,
apoyar a quienes hoy disputan en el proceso constituyente la posibilidad de
escribir por vez primera una nueva Constitución Política, texto que sin duda
deberá recoger parte importante del legado por el que Salvador Allende luchó y
pagó con su vida, y es el pleno reconocimiento a quienes hacen posible la
riqueza y el progreso de nuestro país, las trabajadoras y los trabajadores
Comentarios
Publicar un comentario