Por: información obrera de España- -- Maracaibo 24-08-2020
El 20 de agosto
de 1940, en un nuevo atentado, Stalin consiguió terminar con la vida de León
Trotski. Habían muerto ya otros dirigentes de la Revolución rusa en juicios
farsa, en Moscú. La gran militante Nadiezna Krúpskaia, viuda de Lenin, declaró que,
si este hubiese vivido, Stalin también hubiera ido a por él. Trotski era el
gran dirigente de la Revolución, tras Lenin.
Estos días la
prensa maldice a Lenin y Trotski, como tiene por costumbre, a propósito de la
guerra que enfrentó al ejército francés y al ejército polaco de Pilsudski con
la República de los Soviets. Contra lo que dicen, esa guerra era la fantasía de
un imperio polaco, pero para el imperialismo francés era continuación del
ataque de quince ejércitos imperialistas contra los pueblos que participaron en
la Revolución rusa. De hecho, empezó atacando a Ucrania, para mantenerla
dividida. Al cabo Ucrania libremente decidió formar parte de la URSS.
La grave crisis
actual de los imperialismos da relieve al 80 aniversario del asesinato. Trotski
había señalado tras la primera guerra mundial el predominio del imperialismo
norteamericano sobre todos los demás. La ruina de la Unión Europea lo evidencia.
La salida es que los trabajadores se hagan cargo de los viejos imperios para
promover el combate común con los trabajadores norteamericanos y también con
las que aún eran colonias europeas.
La grave crisis
de las viejas organizaciones obreras da también relieve al 80 aniversario. En
la mesa en que Trotski estaba trabajando, había una elaboración sobre la
necesidad de que los sindicatos, para defender las reivindicaciones de los
trabajadores, se enfrenten al imperialismo, que es la destrucción de todas las
conquistas sociales y democráticas. ¿No estamos viendo hoy el hacinamiento de
los temporeros agrarios, terreno para los virus? Los repartidores de Uber o Globo
conocen también el régimen de ‘camas calientes’. En los Estados Unidos hay 50
millones de parados sin seguro de paro ni en general de enfermedad. Y en
nuestro país 5 millones. En todos los países hay ‘reformas laborales’. ¿Qué futuro?
El único futuro
de la humanidad es que los trabajadores se unen y organizan para derrotar a la
burguesía. Y con ellos la juventud, con sus organizaciones. Para contribuir a
todo ello, dos años antes del asesinato, Trotski encabezó la formación de la IV
Internacional, que sigue promoviendo la acción de los trabajadores
independiente del capital y el agrupamiento de fuerzas para ello en cada país y
a escala internacional.
La acción de los
sanitarios, de los pensionistas, de los del automóvil, apuntan a la necesidad
de agruparse contra las multinacionales y contra el régimen de la Monarquía. Y
la juventud en primera línea, como estuvo el pasado octubre en la gran movilización
del pueblo de Cataluña.
Y a escala
internacional, hay agrupamientos como el Acuerdo Internacional de los
Trabajadores (AIT) y el Comité Internacional de Enlace e Intercambio (CILE),
que hoy mismo apoyan en el movimiento obrero mundial, entre otros, al pueblo
libanés y al pueblo negro de los Estados Unidos.
Ayudar, promover
el combate unido, sin otro interés que el de los trabajadores, es hoy, como
hace 80 años, la tarea de la IV Internacional.
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