Recogemos la posición
del Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos (AIT), el cual el
colectivo trabajo juventud y además como
militantes del (AIT), capitulo Venezuela
suscribimos.
maracaibo 13 -8-2019
Desde el jueves 8 de agosto en todas las ciudades de
Venezuela centenares de miles de trabajadores, campesinos, pobladores se han
manifestado contra la infame decisión de la administración Trump.
En efecto el lunes 5
de agosto Donald Trump firmo una “orden ejecutiva” una especie de decreto
presidencial, por el cual se “imponen sanciones de bloqueo total a activos de
Venezuela en nuestra jurisdicción … se autorizan sanciones contra personas
extranjeras…” es decir no solo se apoderan de los activos de la nación
venezolana, sino que se amenazan con sanciones a los países o empresas que
negocien con Venezuela. Recordemos que PDVSA tiene una filial en los US la
CITGO que comercializa el 14 por ciento del petróleo que se consume en el país.
Es sin ninguna duda
un acto de piratería que además se otorga el derecho a la extraterritorialidad.
El martes 6 de agosto
se reunió en Lima una pretendida “Conferencia internacional por la democracia
en Venezuela”. Encuentro organizado por el grupo de Lima, que reúne a los
gobiernos más “vasallos” de los US, como el de Colombia, Brasil o Perú…Cien
gobiernos estaban invitados, participaron poco más de 40, en la mayoría de los
casos con delegaciones de segundo rango.
Pero lo importante es
que la reunión estaba enteramente dirigida por John Bolton, “asesor
presidencial para asuntos de Seguridad nacional”.
En su discurso,
Bolton amenazo directamente Rusia, China, Cuba, Irán e indirectamente incluso
los países europeos que negocian con Venezuela.
Declaro: “es la
primera vez en 30 años que estamos imponiendo inmovilizaciones de activos
contra un gobierno de este hemisferio.” recordando que las últimas veces fueron
en 1988 contra el gobierno Noriega (antiguo agente de la CIA) de Panamá,
medidas que recordemos prepararon la invasión en diciembre del 1989. Su
precedente fue el bloqueo a Cuba en el 62 aun en vigor.
Concluyó diciendo que
“todas las opciones están sobre la mesa” queriendo decir que no excluye una
intervención militar directa. Aunque los esfuerzos de Trump van más bien
destinados a “provocar” una rebelión en las Fuerzas armadas de Venezuela,
intentando “comprar” a jefes militares para que se levanten contra el
presidente electo Maduro.
Una agresión
cualitativa
El paso dado por
Trump es cualitativo, y no puede desligarse de toda su ofensiva en el
continente para doblegar a todos los gobiernos. Así acaba de imponer a
Guatemala el estatuto de tercer país seguro (o sea hacerle responsable de los
emigrantes expulsados de los US) sus ataques contra el gobierno mexicano, y su
propia ofensiva en los US contra la población negra, latina y contra los
derechos de los trabajadores en general. Política que no se puede separar de
toda su política mundial y que en las formas se asimila al embargo contra Irán
o Corea el Norte, entre otros, al tiempo que agrava la guerra comercial contra
China y ningunea a los supuestos aliados europeos.
La política de Trump,
no es obra de un loco sino la expresión de la política del imperialismo que
busca salir de su crisis sembrando el caos. Política en continuidad con la de
Obama. No olvidemos que fue Obama en agosto del 2015 quien inicio las sanciones
contra Venezuela, sanciones que han, en buena medida, provocado la
descomposición social y material del país, acelerada por la incapacidad del
gobierno Maduro de tomar medidas contra los capitalistas y en defensa de los
trabajadores y el salario.
Defender la soberanía
La supuesta oposición
“venezolana” se ha retratado. El autoproclamado Guiado apoya a Trump sin
rechistar. Pero sectores importantes de la oposición consideran que Trump va
demasiado lejos. Es el caso de Henry Falcon que se ha pronunciado en contra.
Esto demuestra que la supuesta “negociación” que se realizaba en Barbados,
auspiciada por el gobierno de Noruega no era más que la cobertura para
continuar la injerencia y la agresión.
Los gobiernos de
Latinoamérica están divididos. En particular el gobierno mexicano se ha opuesto
claramente.
Pero lo más mezquino
es la posición de los europeos. La comisión europea ha “protestado” por la
“extraterritorialidad” o sea porque afecta a empresas europeas. Del gobierno
español, adalid de Guaido, no se conoce, por el momento, posición, ni siquiera
se atreve a “defender” las empresas españolas.
Para el movimiento obrero internacional, para
todas las organizaciones que se declaran defensoras de los derechos de los
trabajadores y los pueblos la defensa de la soberanía de Venezuela, contra la
injerencia imperialista, es un elemento central de delimitación.
Comentarios
Publicar un comentario