Maracaibo 8-9-2018 prensa colectivo trabajo juventud
Declaración del encuentro nacional extraordinario de “diálogo
y acción petista”
¡A las calles con Lula el día13!
¡Por Lula Presidente con Constituyente!
Compañeras y compañeros petistas,
Las próximas semanas son decisivas para el futuro de
la nación, hoy bloqueado por la política del golpe.
En dos años, el golpe del impeachment creó una
situación gravísima. Hay 13 millones de desempleados, 5 millones de
desalentados más 9 millones de subocupados, sumando un cuarto de la fuerza de
trabajo, que es el puntal del país. En dos años, se ha destruido el empleo
duramente conquistado en doce años de gobiernos petistas.
Los recortes amenazan el derecho a la salud, a la vivienda y a la
educación, objeto de la contrarreforma de la enseñanza media; encarecerán el
gas doméstico y la gasolina.
Los golpistas, agentes del capital financiero internacional en el
aparato judicial, en el Congreso y en los medios de comunicación, estrangularon
los programas de apoyo a los pequeños productores rurales, los programas para
las regiones semiáridas y otras regiones. Atacaron las políticas de defensa de
los oprimidos, jóvenes, mujeres, negros, quilombolas[1] e
indígenas.
Han revivido el obscurantismo en las artes y la cultura de décadas
atrás, hasta al fascismo han traído de vuelta.
La contrarreforma laboral –que nos hizo retroceder a 1940– con el
trabajo intermitente, el estrangulamiento abrupto de la financiación sindical y
la privatización irrestricta liberada por el Tribunal Supremo Federal, expone a
los trabajadores a la explotación desenfrenada.
Los golpistas están desmontando la economía nacional, privatizando el
sistema de Petrobras y Eletrobras[2], y
desnacionalizando Embraer[3]. El país
regresa a la condición de exportador de productos primarios.
La recesión ha robado centenas de billones de recaudación, terminando de
quebrar a los Estados bajo el peso de una deuda impagable, y el servicio
público es achatarrado. La situación de alarma de la seguridad pública nace de
ahí.
Sin embargo Temer utilizó ese pretexto para la intervención militar en
Rio de Janeiro, que nada resolvió, sólo agravó la violencia, y ahora propone la
militarización en el estado de Roraima.
La clase dominante, con sus candidatos, todavía quiere más, quieren
avanzar en el ajuste fiscal, privatizar la Seguridad Social y las empresas
estatales restantes. Pero están nerviosos e inseguros.
De hecho, también han sido dos años de resistencia y de lucha, incluso
con una huelga general en abril de 2017.
El PT nunca aceptó el golpe y, a pesar de varios tipos de dificultades,
luchó por “Fuera Temer – Ningún recorte de derechos”. Junto con la CUT y los
movimientos populares, se opuso a la austeridad para conseguir un superávit y
pagar la deuda.
Perseguido por los golpistas, Lula acabó preso por una sentencia amañada
para hacerlo inelegible, algo que ni él ni el PT aceptaron y contra lo que han
combatido de forma incansable. Fue así como Lula creció y se agigantó en las
intenciones de voto.
Hoy, se siente en las calles lo que dicen las encuestas: Lula es el
favorito destacado, ganaría las elecciones con la mayor votación de la
historia. Es lo único que puede revertir el golpe y atender a las demandas
populares.
Compañeros y compañeras,
Las próximas semanas son decisivas para revertir el desastre nacional.
Hace exactamente 2 años, durante la gestación del golpe y con el
desgaste de los errores de conciliación, en una hora tensa de angustia por el
futuro, nosotros lanzamos el Manifiesto Por la Reconstrucción del PT
“basada en la recuperación de sus compromisos históricos”.
¡Y avanzó! El pueblo se lanzó a la lucha, las bases se expresaron. El 6o Congreso
del PT (junio de 2017), a pesar del balance inconcluso, puso las bases para
llegar a la situación actual, en la que el PT vuelve a tener un 29% de
preferencia partidaria.
Lula fue y sigue siendo, incluso preso, nuestro candidato a presidente,
por la alianza firmada entre el PT y el PCdoB.
Hay problemas en Estados donde el PT fue lastrado por acuerdos con
fuerzas que no son “antiimperialistas y radicalmente
democráticas”, como preconizó el 6o Congreso, y que
rechazamos. Pero predomina la línea basada en que Lula sea candidato para que
el pueblo derrote al golpe.
Lula es candidato con un programa de revocación de las medidas
golpistas, y la “convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente,
libre, democrática, soberana y unicameral, elegida para este fin sobre la base
de una reforma política” para “las reformas estructurales
indicadas y la reforma de las Instituciones”, tales como el aparato
judicial, de los medios de comunicación y la administración tributaria,
reduciendo impuestos sobre el consumo y las rentas del trabajo y aumentándolos
sobre los beneficios y las rentas del capital.
La lucha del pueblo con sus organizaciones, apoyándose en esos puntos
del gobierno Lula, al calor de la lucha de clases, desarrollará su programa
para integrar reivindicaciones, como la jornada de 40 horas y la
desmilitarización de las fuerzas de Policía, y también agrupará y seleccionará
aliados antiimperialistas.
La candidatura de Lula es un extraordinario punto de apoyo para la lucha
del pueblo brasileño, que repercutirá entre los pueblos del continente
sometidos a la presión imperialista. Para ayudar a sacar a la Venezuela de
Maduro del cerco y, junto con el pueblo que eligió a López Obrador en México,
avanzar por el camino de la soberanía.
Compañeros y compañeras,
Las próximas semanas serán decisivas para abrir el camino del futuro.
Todo el partido y cada uno de sus candidatos deben estar unidos por la
victoria de Lula Presidente, con Haddad como vice. “La crisis”, como
dice el propio Haddad, “sólo terminará cuando Lula suba la rampa del
Palacio de Planalto”[4].
Es posible vencer. El pueblo ya tiene un presidente, Lula, y no tragará
la entrega de la presidencia a un político cualquiera o a una marioneta de los
militares. Nuestros enemigos no tienen discurso ni un gran apoyo popular, su
rostro es la cara del odiado Temer.
Ellos tienen el “mercado” que ya ha empezado a intrigar y chantajear
especulando con el dólar en la Bolsa. Pero firmeza, pues el “mercado” no vota.
Ellos tienen al poder judicial, a los medios de comunicación y a los
golpistas mancomunados. Pero cada vez más gente del pueblo percibe los fraudes,
crece la solidaridad mundial de trabajadores y demócratas, hasta un Comité de
Derechos Humanos de la ONU exigió el respeto al derecho de la candidatura de
Lula, lo que fue ignorado por la mayoría del TSE[5]
No conseguirán impedir que Lula vuelva a la presidencia. La voluntad del
pueblo, al fin, será más fuerte.
En las próximas semanas, vamos a mantenernos organizados e informados,
para la intensa batalla en las calles por la victoria. Una batalla para elegir
senadores y diputados federales, gobernadores y diputados estatales del PT, por
el voto el día 13 a candidatos antiimperialistas con Lula.
Como dice el compañero Lula en la carta que nos envió desde la prisión
de Curitiba, “necesitamos radicalizar el debate político y programático
si queremos gobernar el país otra vez”.
Así, con la frente bien alta, salimos a las calles, ¡Lula libre, tenemos
candidato, partido y programa de gobierno!
Ahora, nada hay más importante que dialogar y esclarecer, convencer y
arrastrar, sin dudar ni dividirnos.
¡A las calles!
São Paulo, 1 de septiembre de 2018
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