Maracaibo 29 -7-2018 por prensa colectivo trabajo
juventud
Venezuela vive la peor crisis económica de su
historia contemporánea, a diferencia de lo que nos dice la mediática
internacional la crisis que sufre su aparato económico es capitalista, con
características propias de éste: polarización de la riqueza, afectaciones a las
clases más desfavorecidas, hiperinflación, escasez, acaparamiento, entre otros.
Con esta crónica damos inicios a una
serie de crónicas de la cotidianidad del pueblo trabajador
"Las Pulgas" en Maracaibo:
Un mercado donde los billetes abundan y la oferta de productos también
Las ofertas de
los trabajadores informales solo aplican para el pago con efectivo. Si no el
cliente deberá pagar un precio hasta 10 veces superior
Maracaibo En
Venezuela quien paga un producto en efectivo lo obtiene a menor precio y esta
situación se puede ver claramente en el mercado popular de Las Pulgas en la
ciudad occidental de Maracaibo donde hay carteles que anuncian
"ofertas" condicionadas al trance con billetes
.
Bajo esta fórmula
operan cada día los cientos de comerciantes informales que desde sus puestos
desvencijados -en la calurosa capital del estado Zulia (limítrofe con
Colombia)- ofrecen productos que escasean en todo el país y a los precios insuperables
de un viernes negro.
Quien recorra por
primera vez estos callejones, abarrotados de personas, podría imaginar que
llegó al sitio ideal donde no hay escasez y en el que finalmente rendirá un
poco más su dinero en un país cuya inflación cerrará el año en 1.000.000%,
según pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero el sueño se le
terminará al entender que "las ofertas" solo aplican para el pago con
billetes, un papel que circula por montones en el mercado y que al no contar
con ellos el cliente deberá pagar un precio hasta 10 veces superior.
Un venezolano que
devengue salario mínimo (30 dólares o 1,8 dólares según los cambios legales)
podría salir de Las Pulgas con tres kilos de carne de res y medio kilo de
detergente; nada mal para la crisis nacional en la que los ingresos mensuales
no alcanzan ni para comprar un paquete de café en la mayoría de los comercios.
Ahora bien, la materialización de este escenario pasa por cumplir con el
requisito ineludible de entregar billetes, ausentes en las instituciones
bancarias y revendidos en las 24 entidades federales del país, con especial
furor en las regiones fronterizas como Zulia, donde pagan hasta el 1.000% de su valor nominal.
Si no hay pago en
dinero en efectivo, productos como la harina de maíz precocida, el ítem más
demandado en la nación que consume cientos de miles de paquetes diarios, se
cotizará en 3,7 millones de bolívares (22 o 1,3 dólares) y no en su atractivo
"precio pulga" que es 10 veces inferior.
Estas reglas -al igual
que toda la dinámica de oferta y demanda que impera en el lugar- son conocidas
por la mayoría de los transeúntes que circulan cada día por el lugar, una masa
que se mueve a un ritmo tan vertiginoso como los fajos de billetes dentro de
los sacos y cajas dispuestos por cada comerciante.
La procedencia de los
productos que abundan en Las Pulgas y que desaparecieron hace años de los
supermercados, es para algunos lugareños el secreto mejor guardado de los
comerciantes aunque otros la justifican con la existencia de ítems importados
desde la cercana ciudad colombiana de Maicao. Ambas razones son insuficientes
frente al absurdo, pues por ejemplo un par de rollos de papel higiénico hechos
en Venezuela cuyo precio marcado es de 3.800.000 bolívares (22 o 1,3 dólares)
se puede conseguir al pagar 690.000 bolívares en efectivo, una sexta parte de
su valor, reseñó el escrito de Héctor Pereira, de la agencia Efe.
Los vendedores
-mujeres, hombres, ancianos y menores edad, en su mayoría indígenas de la etnia
wayúu- son parcos al dar explicaciones sobre las diferencias de precios y
prefieren seguir atrayendo clientes a gritos, mientras airean sus tiendas para
espantar el ejército de moscas que custodia todo el mercado. Además de
alimentos procesados y carnes, estos buhoneros que trabajan cada día en las
cercanías del Lago de Maracaibo ofrecen con su peculiar voceo frutas, verduras,
hortalizas, licores, quesos, pescados, medicamentos y productos de higiene
personal y aseo.
Para los pobladores
del Zulia, el estado más rico y habitado de Venezuela que esta semana fue
declarado en emergencia por el Parlamento debido al deterioro de todos los
servicios públicos, Las Pulgas luce como una solución rápida ante la crisis
pese a las particulares características que la rodean.
El Gobierno de
Nicolás Maduro ha denunciado en reiteradas ocasiones que "mafias"
extraen el papel moneda venezolano para afectar la economía y, en respuesta,
pondrá en marcha una nueva familia de billetes con denominaciones más ajustadas
a la inflación. Además el chavismo gobernante quitará cinco ceros a la moneda
desde el 20 de agosto cuando entrará en vigor una controvertida reconversión
monetaria.
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