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El
constituyentista Raúl Ordoñez interviene
en la conferencia mundial abierta contra la guerra y
la explotación argel
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Prensa: colectivo trabajo juventud Maracaibo 10-01 2017
Los días 8-9-10- de diciembre se
realizo en Argelia la conferencia mundial abierta contra la guerra y la explotación, la cual fue
convocada a iniciativa del Acuerdo Internacional de los
Trabajadores y de los Pueblos, y ha sido organizada por el Partido de los
Trabajadores de Argelia, la cual fue llamada
con el apoyo de 700 militantes y
responsables del movimiento
obrero y antiimperialista de 60 países, la conferencia ha reunido a los delegados de 42 países, todos
militantes y responsables sindicales, dirigentes
de agrupaciones y de partidos políticos de diversos
orígenes: en la misma participaron por Venezuela el
dirigente sindical y constituyente Raúl Ordoñez ,el militante del colectivo
trabajo juventud Alberto salcedo
Reproducimos aquí la declaración aprobado por los
participantes en la conferencia
“Nosotros, 230 delegados reunidos en la 9ª
Conferencia Mundial Abierta del AIT, que ha sido apoyada por cerca de 700
responsables políticos y sindicales y militantes antiimperialistas de 60
países, condenamos con la máxima energía la provocación de D. Trump relativa a
su anunciada decisión de trasladar la embajada de los Estados Unidos de Tel
Aviv a El Qods (Jerusalén) ocupada en la perspectiva de convertirla en la
capital del Estado hebreo. Damos nuestro apoyo incondicional al pueblo
palestino en su lucha por reclamar sus derechos nacionales.”
En el transcurso de la conferencia, los intervinientes han saludado el
combate del pueblo palestino por sus derechos inalienables. Muchos de ellos han
subrayado la responsabilidad aplastante de las instituciones internacionales y,
más allá de las lágrimas de cocodrilo, de los regímenes y gobiernos
reaccionarios de la región de Oriente Medio.
Los participantes en la conferencia han llegado a una misma conclusión.
En todas partes, los trabajadores y los pueblos oprimidos están confrontados a
una terrible crisis resultante de la descomposición del sistema capitalista. Y
resisten encarnizadamente.
So pretexto de “lucha contra el terrorismo”, se generalizan las guerras
imperialistas que dislocan las naciones y siembran el caos, por cuenta de las
grandes multinacionales que se lanzan a una feroz competencia por el saqueo de
los recursos naturales y las materias primas.
Esas guerras arrojan a millones de trabajadores y jóvenes a las
carreteras del éxodo. En el momento en que los gobiernos imperialistas atacan a
los pueblos oprimidos, aumentando para ello sus presupuestos militares, esos
mismos gobiernos, en nombre de la crisis, intentan destruir todas las
conquistas de los trabajadores en los países imperialistas.
Esta ofensiva del imperialismo desintegradora de
las naciones se expresa especialmente en la política de “golpe de Estado” en
Brasil y en la amenaza contra Venezuela.
Forzoso es constatar que la opresión colonial e imperialista se perpetúa
y se agrava con la complicidad de los regímenes deseosos de preservar sus
vínculos con el imperialismo.
Todas las conquistas sociales y democráticas de la clase obrera son
atacadas, aumentando la explotación de los trabajadores y particularmente de
las mujeres: privatizaciones, cuestionamiento de los Códigos Laborales, de los
convenios colectivos, del derecho a la instrucción y a la protección social,
del derecho a la sanidad, provocando la resistencia de los trabajadores con sus
organizaciones.
Los delegados a la 9ª Conferencia Mundial saludan y apoyan el combate en
defensa de la Seguridad Social en cada país y a escala internacional.
El derecho de huelga es cuestionado sistemáticamente.
La independencia de las organizaciones sindicales es atacada, amenazando
con destruirlas mediante la integración.
En todas partes, los trabajadores y los pueblos intentan bloquear esta
ofensiva para defender sus derechos más vitales, sus conquistas sociales, la
soberanía nacional en los países oprimidos, comprometiendo nuevas fuerzas en la
resistencia a la política del imperialismo. Una política de descomposición que
golpea particularmente a la juventud, sumiéndola en la precariedad, la guerra y
la emigración.
Más allá de las situaciones nacionales, esta resistencia se enfrenta a
las presiones que sufren los dirigentes del movimiento obrero y popular para
que acepten, acompañen, participen incluso en todos los golpes preparados y
asestados por los diferentes gobiernos al servicio del capital con el argumento
de que “no se puede hacer otra cosa”.
La CMA considera, por el contrario, que la quiebra y el caos a los que
arrastra el régimen capitalista a la humanidad no son ineluctables, como lo han
demostrado los más de 80 intervinientes que se han expresado durante estos tres
días. Todas las intervenciones han expresado la resistencia de los trabajadores
y de los pueblos con sus organizaciones que, en su propio terreno, el de la
lucha de clase, intentan abrirse una salida.
En esta situación, la CMA saluda todos los combates de los trabajadores
y de los pueblos oprimidos por sus derechos. Considera que nada es más crucial
que ayudar a preservar o fortalecer la independencia de las organizaciones de
la clase obrera y de la juventud y todos los procesos de resistencia en marcha
dentro del movimiento obrero, como han explicado numerosos intervinientes.
Esta conferencia, la riqueza de los debates y la calidad de los
participantes afirma la necesidad de mantener el contacto, de intercambiar
cualquier información y proseguir la discusión abierta entre todos los participantes.
La unidad de los problemas planteados, la solidaridad internacional y la ayuda
al combate de cada país lo confirman.
El 4 de enero de 1991, el manifiesto
aprobado por el Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos en
su conferencia de fundación en Barcelona afirmaba la confianza de los
participantes “en la capacidad de los trabajadores del mundo entero
para liberarse de las cadenas de la explotación y de la opresión, en su
capacidad para edificar un mundo en el que la colaboración armoniosa entre las
naciones y los trabajadores sustituya este mundo de barbarie que aumenta cada
día (…)”.
La CMA hace suyas las conclusiones de
la 8ª CMA de Argel de noviembre de 2010 y reafirma: “Esta confianza
viene reforzada por los acontecimientos que se han dado: pese a todos los
sufrimientos y toda la destrucción, la voluntad de resistencia y de combate de
los trabajadores y de los pueblos que no aceptan desaparecer sigue siendo el
elemento esencial sobre el que descansa el futuro de la humanidad (…).
Reafirmamos: la paz y la fraternidad
entre los trabajadores y los pueblos sólo puede ser realizada por los
trabajadores y los pueblos mismos. Sólo puede realizarse sobre la base de la
satisfacción de sus necesidades más fundamentales que se enfrentan a las de la
clase de los explotadores portadora de la guerra y la ruina.”
Por ello aprobamos la propuesta de la coordinadora del AIT de estudiar
la posibilidad de que, en los próximos meses, representantes de todos los
países presentes puedan reunirse de nuevo para constituirse en Comité
Internacional de Enlace de la 9ª CMA a fin de mantener los intercambios entre
nosotros, organizar las acciones comunes y la solidaridad internacional.
Contra la guerra y la explotación.
En defensa de:
Los derechos socio económicos de los trabajadores y de la juventud;
La independencia de las organizaciones sindicales;
Las libertades democráticas;
La soberanía de los pueblos y de las naciones.
Argel, 10 de diciembre de 2017
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