Somos
como niños al que se le engaña
con cualquier futilidad si viene acompañada de un gesto afectuoso, al
desempacar los regalos sentimos unas ganas locas de ponernos a bailar en un solo pie. Cualquier detalle
cariñoso, por minúsculo que parezca, se agranda en nuestros sentimientos agradecimientos.
En
nuestra memoria, han quedan guardados todos esos regalos: el avión de plástico de nuestra
niñez, el balón de futbol cuando le confesé a mi padre el deseo de ser
futbolista. La camisa de flores cuando me hice adolecente.
Un nuevo objeto ha hecho su entrada en el depósito de nuestros recuerdos;
“ Juego y
teoría del duende", de Federico García
Lorca Se trata de una conferencia pronunciada el 20 de octubre de 1933 en la
Sociedad de Amigos del Arte de Buenos Aires en esa conferencia Lorca desentraña lo fundamental de un arte tan
español como el Flamenco, sino, sobre todo, en partir de la raíz del Flamenco
para establecer desde ahí la sustancia última de todo proceso creativo del arte.
En una noche de frio parisino dos almas solitarias sentados frente un sillón hablan, tras
una larga conversación, mis oídos
y alma se adentran en el fascinante concepto del duende.
Para
entender el concepto, acudamos pues al mismo Lorca:
“Sonidos negros dijo el hombre popular de
España y coincidió con Goethe, que hace la definición del duende al hablar de
Paganini, diciendo: “Poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo
explica”
“la
vieja bailarina gitana La Malena exclamó un día oyendo tocar a Brailowsky un
fragmento de Bach: “¡Ole! ¡Eso tiene duende!”
Así, pues, el duende es un poder y no
un obrar, es un luchar y no un pensar. Yo he oído decir a un viejo maestro
guitarrista: "El duende no está en la garganta; el duende sube por dentro
desde la planta de los pies". Es decir, no es cuestión de facultad, sino
de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre; es decir, de viejísima cultura,
de creación en acto.
Son
versos que estimulan nuestros sentidos; el
duende no tiene nada que ver con la clase social ni nacionalidad ni educación.
Tampoco se puede adquirirlo estudiando o entrenándose. Es algo muy humano que
tal vez corra en nuestra sangre, pero también es la fuerza que cada quien
llevamos a nuestra manera.
El regalar tiene su magia sí, se trata de cariño, que no se nota en el
precio sino en el valor, en el tiempo que se le invierte a la búsqueda, en la
compatibilidad con la persona agasajada, en fin dar en navidad es un gesto de
cariño que siempre recordaremos
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