Prensa: colectivo trabajo juventud -- Maracaibo 20-4-2017
Sin lugar a dudas las
elecciones presidenciales francesas de los próximos 23 de abril y 7 de mayo
(son a dos vueltas) van a concentrar la atención política internacional.
Ante una situación de
extrema crisis del capital financiero y de todos los regímenes, la
inestabilidad profunda que sacude nuestro vecino país va a tener un indudable
impacto.
Se trata de la crisis del
régimen bonapartista de la V Republica (producto de un golpe de Estado dado por
De Gaulle en 1958) y de su incapacidad de acabar con la resistencia de la clase
obrera y con sus conquistas.
La crisis de todos los
partidos es la expresión de esa crisis.
Y al mismo tiempo, como
continuidad de la profunda movilización que ha sacudido el país contra la reforma
laboral (Ley El Khomri) en el ultimo año, se está expresando en el terreno
electoral una amplia corriente de rechazo.
Rechazo en el fondo a toda
la política desarrollada al servicio del capital financiero por los gobiernos
de “unidad de la izquierda” y de derecha desde la victoria de Miterrand en1981.
Este rechazo se expresará
sin duda en la abstención y en el voto Mélenchon. El cual sufre, en estos
momentos los ataques de la patronal MEDEF y de la inmensa mayoría de los medios
de comunicación acusándolo de neocomunista. También en nuestro país los grandes
medios del régimen le equiparan a Le Pen con el cuento del populismo. ABC le
atribuye “un programa muy semejante al de Marine Le Pen y de Pablo Iglesias,
con diáfanos rasgos populistas de izquierdas”. Y El País dice que “una segunda
vuelta entre Mélenchon y Le Pen sería la versión francesa, y multiplicada por
dos, del choque del Brexit o de la victoria de Trump, la disyuntiva, no como en
Reino Unido o en EE UU, entre la ruptura y el continuismo, sino entre dos
versiones, procedentes de los márgenes ideológicos del sistema de partidos, de
la ruptura con el orden establecido.”
Al margen del contenido
preciso de sus propuestas, es evidente que cientos de miles de trabajadores y
de jóvenes van a utilizar la candidatura de Mélenchon como instrumento de
resistencia, sin que ello implique ilusiones sobre sus propuestas.
Publicamos una declaración reciente del Buró (comité
ejecutivo) Nacional del Partido Obrero Independiente (del que la sección
francesa de la IV Internacional es una corriente), que hace una propuesta clara
al respecto.
Declaración del Comité Ejecutivo Nacional del Partido
Obrero Independiente
(12 de abril de 2017)
RESISTENCIA
El POI lucha desde su
creación por la democracia, por la laicidad, por la República y por el
socialismo, con el fin de ayudar a la movilización de los trabajadores con sus
organizaciones, cuya independencia es una cuestión vital, y contra las
instituciones antidemocráticas de la V República y de la Unión Europea.
El POI considera que con la
lucha de clases y los medios de la clase obrera –huelgas, manifestaciones,
huelga general– la situación actual se va a resolver descalabrando las
instituciones de la V República.
Hoy, en el campo de ruinas
provocado por la descomposición de las instituciones de la V República y de
todos los partidos políticos, no cabe ninguna duda de que los cientos de miles
de trabajadores, militantes y jóvenes que se disponen a votar a Jean-Luc
Mélenchon manifiestan, en el marco fraudulento de la elección presidencial, la
voluntad de ir lo más lejos posible por el camino de la ruptura con todo el
sistema, con todas las políticas desarrolladas por los gobiernos de derechas y
de izquierdas. Son trabajadores, jóvenes, militantes obreros que hacen balance
de los 10 últimos años y –a pesar de todas las presiones, incluidas las
“unitaristas”– dicen: no al desguace del Código Laboral, derogación de la ley
El Khomri, de las “reformas” (Sanidad) de la Sra. Touraine, de las arremetidas
contra la escuela y la Seguridad Social, la destrucción de los municipios, la
reforma territorial, de los servicios públicos… Resistencia.
Dan fe de que están
preparándose para resistir a los planes de los patronos aplicados por la Unión
Europea para quebrantar la democracia, la República y todas sus conquistas
sociales.
Resistirán sean los que
sean, al final, los resultados de las elecciones. Decida lo que decida hacer el
presidente elegido.
Por todo ello, el POI se
reconoce e inscribe en el movimiento de estos cientos de miles de trabajadores,
jóvenes, militantes obreros, que con el voto a J. L. Mélenchon ponen de
manifiesto su voluntad de resistir, mantener las conquistas e impugnar las
instituciones.
El POI no desconoce que
varios millones manifestarán también su rechazo decidiendo abstenerse y que
otros decidirán quizás ir a votar a B. Hamon a pesar de que reivindica la
continuidad con M. El Khomri, N. Vallaud-Belkacem, M. Touraine, A. Hidalgo y
compañía, que forman parte de sus patrocinadores.
Unos pocos días antes de la
elección presidencial, el POI recuerda la posición que tomó en su declaración
del 18 de marzo: sean los que sean los votos emitidos, la abrumadora mayoría de
la población trabajadora considera que habrá que aglutinarse, en unidad de los
trabajadores con sus organizaciones independientes, para bloquear los objetivos
destructores de los patronos a través de la Unión Europea, continuando las
movilizaciones, que no decaen a pesar del periodo electoral.
Por todo eso el POI,
consciente de los peligros que acechan, pondrá todas sus fuerzas en ayudar a
realizar las decisiones tomadas por los 600 delegados reunidos en Conferencia
Nacional el 25 de marzo, los cuales invitan a los trabajadores y militantes a
“debatir la propuesta de constituir un ‘Comité Nacional de defensa de las
conquistas y derechos logrados en 1936 y 1945’ [e invitan a] los comités de
enlace y de intercambio constituidos en las localidades a discutir y extender
esta propuesta. La mesa de la Conferencia coordinará la circulación de los
debates sobre esta propuesta, de los que informará Informations Ouvrières, y
podrá proponer una nueva cita en relación con la evolución de la situación.”
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