(Sindicalistas y militantes
obreros firman un llamamiento contra las subidas de productos básicos, y llaman
a una Conferencia Nacional de trabajadores y jóvenes mejicanos, para el 8 de
abril)
¡No al gasolinazo! ¡Abajo
los aumentos al gas, luz, pan,…!
¡Abrogación de las
contrarreformas!
Movilización unitaria de las
organizaciones que se manifiestan contra ese golpe y contra las “reformas”
El gobierno de Peña Nieto ha
decretado el gasolinazo (20% de aumento) y ha ordenado la destrucción del
servicio público nacional de distribución de Pemex, introduciendo un elemento más
de caos en la vida del país.
Al mismo tiempo, aumenta las
tarifas de luz y gas y se anuncia el incremento de precios del pan y la
tortilla.
Es un salto en la política
de guerra social contra el pueblo y la nación. El gobierno deja que las “libres
fuerzas” del mercado (el capital financiero) fijen los precios. En febrero
aumentarán de nuevo las gasolinas. En electricidad, el gobierno pretende
“suprimir los subsidios” como lo exige el FMI. Por ejemplo, una familia de
“consumo intermedio” tiene un subsidio de 857 pesos. Tendría que pagar 1044
pesos mensuales en vez de los 218 que paga actualmente (¡478% de aumento!).
¿De
dónde vienen estas medidas destructivas del salario y de los servicios
públicos? ¿De dónde surge esta “guerra social” contra el pueblo?
La crisis que sacude al
régimen capitalista lleva a los gobiernos imperialistas encabezados por el de
Estados Unidos, a desarrollar una política de guerras y superexplotación. En el
caso de América Latina vivimos una nueva ofensiva del imperialismo
estadunidense contra la soberanía de las naciones y contra los derechos
conquistados por los trabajadores desde hace décadas.
En Argentina, el gobierno
derechista de Macri decreta los tarifazos (aumentos del orden de mil por ciento
del gas, gasolina y electricidad); en Brasil se lleva adelante un golpe de
estado y la imposición de un gobierno que decreta medidas aún más violentas que
las que vemos en nuestro país; en Venezuela, el imperialismo estadunidense
intenta derribar a un régimen que rescató parte de la soberanía sobre el
petróleo, para imponer un gobierno sumiso.
El gobierno de Peña Nieto
pretende cumplir al pie de la letra los dictados del capital imperialista que
se traducen en directivas del FMI, el Banco Mundial, la OCDE, etc.
El gobierno está dando un
salto en la entrega del patrimonio nacional. La producción de gasolina es igual
a la de 20 años atrás. La capacidad utilizada de las refinerías es de 40% de la
capacidad total, lo que lleva a que más de la mitad de la gasolina consumida se
importe de Estados Unidos. ¡Todo para favorecer a las petroleras
norteamericanas!
El precio de la gasolina
tiene 40% de impuestos. ¡Es dinero que se arranca a todas las capas del pueblo
que viven de su trabajo, para pagar a los acreedores la inmensa deuda pública
en detrimento de los presupuestos de salud, educación y demás servicios públicos!
Todos los partidos políticos institucionales aprobaron los gasolinazos al adoptar
la Ley de Ingresos de 2017.
El régimen del PRI, que en
su propio terreno electoral solo cuenta con el 15% del electorado, persiste en
llevar a la nación al sometimiento total a los planes del imperialismo. Peña
Nieto ha reincorporado a su gabinete a Luis de Videgaray como secretario de
Relaciones Exteriores para congraciarse con Trump.
Sin embargo, Trump, aun
antes de asumir el cargo, toma las primeras medidas contra nuestro país: obliga
a la empresa Ford a detener la construcción de una nueva planta de autos en
México; amenaza a las automotrices japonesas con imponer un “impuesto de frontera”.
En cuanto al “muro”, Trump declara que el gobierno mexicano reembolsará a los
contribuyentes estadunidenses los gastos de esa obra mediante la renegociación
del Tratado de libre comercio de América del Norte (TLCAN), lo que significa
que impondrá condiciones aún más desventajosas en el comercio con México.
Contra
el gasolinazo manifestaciones y actos en 25 estados del país
Desde el lunes 2 de enero y
a lo largo de toda la semana en todo el país, de manera espontánea, se han
realizado actos masivos de rechazo al gasolinazo. Bloqueos de vías férreas y de
carreteras, manifestaciones de miles de personas, mítines, tomas simbólicas de
edificios gubernamentales (alcaldías, palacios de gobiernos estatales),
ocupación de los depósitos de gasolina de Pemex, como es el caso de Baja
California que puede dejar sin combustible a una región de ese estado, cabalgatas
en estados del norte, etc.
El gobierno responde en
muchos casos con la represión. En la primera semana de acciones de resistencia,
se cuenta ya la muerte de dos jóvenes estudiantes a manos de la policía, en
Hidalgo. Hay denuncias de actos de provocación y saqueo detrás de los cuales
está el PRI para desnaturalizar las movilizaciones. La prensa informa que el
sabad0 7 de enero hubo manifestaciones en 25 estados. La consigna que ha
unificado a los manifestantes es: «¡No a los gasolinazos!», y en muchos casos
la de «¡Fuera Peña Nieto!».
El fin de semana, la CNTE
aprobó dirigirse a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) para realizar
unitariamente una manifestación el lunes 30 de enero en rechazo al gasolinazo y
por la abrogación de las contrarreformas. En la Ciudad de México, la Asamblea
Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE) realizará una marcha el 26
de enero.
¡Unidad de las
organizaciones sindicales, políticas, campesinas, sociales en general que se
manifiestan contra el gasolinazo, contra las “reformas” del régimen!
La movilización tal como se
ha desarrollado en la primera semana de enero, muestra que el descontento de
las grandes mayorías está tomando una nueva dimensión. Sin embargo, para
detener las medidas de guerra social del gobierno del PRI apoyadas por los
partidos institucionales, se necesita la movilización unitaria de todas las
organizaciones sindicales, sociales y políticas que se manifiestan defensoras
de los derechos del pueblo trabajador y de los intereses nacionales. ¡Sí es
posible detener esa guerra social contra la nación y contra la clase
trabajadora!
¡Es urgente promover
reuniones y asambleas principalmente en los sindicatos, en las colonias, para
discutir colectivamente las medidas a seguir!
Por nuestra parte, los
firmantes, miembros del Comité de Diálogo entre trabajadores por la abrogación
de las contrarreformas, por una representación política de los trabajadores independiente,
vamos a luchar en las instancias sindicales en las que participamos, en las
colonias y barrios donde vivimos, por la movilización nacional unitaria.
Invitamos a la vez, a
organizar la Conferencia nacional que tendremos el próximo 8 de abril, de
trabajadores y jóvenes, con el objetivo de discutir los distintos puntos de
vista y propuestas que se expresan en esta nueva situación social que se
desarrolla primero con la huelga del magisterio y ahora con el movimiento
nacional contra el gasolinazo. Entre esas propuestas está la de contribuir a la
lucha por una representación política de la clase trabajadora.
8
de enero de 2017.
Por
el Comité de Diálogo entre trabajadores:
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