Publicado: en la Carta Semanal partido obrero socialista internacionalista- español
maracaibo 22/0972015
Este
domingo 20 se han celebrado las elecciones legislativas anticipadas en Grecia,
que siguen a la crisis abierta a consecuencia de la firma, por parte del
gobierno Tsipras, del Memorándum impuesto por el capital financiero y sus
instituciones el 13 de julio. El Gobierno presentó la dimisión y convocó
elecciones anticipadas. Buscaba también aplastar la rebelión interna en Syriza
y la ruptura de 25 diputados que crearon un nuevo partido, Unidad Popular. El
15 de julio los sindicatos del sector público llamaron a una huelga, de impacto
limitado, contra el “acuerdo”, en la línea de las múltiples jornadas de huelga
general sin continuidad de los últimos cinco años, una manera de “protestar”
sin objetivos claros. El desconcierto recorre las filas obreras, después de 6
meses de gobierno Tsipras que engañó a la población prometiendo un “acuerdo
honorable” con la Unión Europea. La firma de un Memorándum aún más duro chocaba
violentamente con las aspiraciones de la mayoría, que se expresaron masivamente
en el referéndum del 5 de julio contra la política de la U.E..
El capital financiero confía en Tsipras
Ya
en las elecciones del 25 de enero portavoces preclaros del capital financiero
consideraron que solo un gobierno de Syriza tenía la capacidad de continuar las
“reformas”.
Esta
campaña electoral ha sido más clara: todas las instituciones europeas y los
principales gobiernos han apoyado a Tsipras, el único que aún goza del apoyo de
un sector de la población y del movimiento obrero organizado para aplicar las
consecuencias del Memorándum.
Aunque hay una desconfianza creciente
Casi
un 50% de abstención y votos nulos, en un país donde el voto es obligatorio y
los ayuntamientos han puesto transporte gratuito a los votantes. Pese a la
victoria relativa, con el 35,5% de los votos, Syriza pierde cerca de 400.000
votos, casi un tercio con relación a enero, particularmente en los barrios
obreros.
La
escisión de izquierdas de Syriza sólo recoge 150.000 votos. Su programa de
vuelta a los orígenes de Syriza no convenció a muchos a pesar de la popularidad
de algunos candidatos. Los últimos 9 meses han desvelado un mito: la supuesta
radicalidad de Syriza. Desde el principio Syriza declaró su respeto al Estado
burgués, a la U. Europea y al euro. Sólo en las elecciones de junio de 2012,
ante la presión de masas, planteó de forma efímera la exigencia de Retirada del
Memorándum. Cuestión olvidada meses después en el Congreso de Syriza.
Quien
hable de “capitulación” de Syriza debería meditar sobre la realidad de su
programa desde el principio. Aunque sectores importantes de la clase obrera y
la juventud buscaran con el voto a Tsipras un camino para oponerse a la troika.
Hoy hablar de volver a la Syriza de su fundación no puede convencer a muchos,
de ahí el fracaso de Unidad Popular;
Y ahora, ¿qué?
Un,
diario francés del capital financiero, declara este lunes 21 que “sea cual
fuere el resultado de las elecciones el nuevo gobierno debe aplicar el
Memorándum”. ¿Para qué sirven entonces las elecciones? Para dar “legitimidad” a
un gobierno que tiene su programa ya decidido por el capital financiero.
Aplicar
el Memorándum del 13 de julio exige nuevos recortes de pensiones, el no
restablecimiento de la negociación colectiva, aumentar los impuestos al
consumo, la desinversión social, más privatizaciones, y el 15 por ciento del
PIB para pagar sólo los intereses de la deuda, que llegará a fin de año al 200%
del PIB. Un programa inaplicable sin acabar con todo lo que la clase obrera y
la población han conseguido en decenios de lucha. Es la destrucción del país.
Pero
la clase obrera, golpeada, NO está derrotada, entre otras cosas porque a escala
europea todos los gobiernos y las instituciones de la Unión Europea están en
crisis.
Más
que nunca cualquier movilización en un país o crisis de gobierno en Europa
puede allanar el camino a un movimiento de resistencia que refuerce de nuevo a
los trabajadores griegos.
Desde
nuestro país la lucha para acabar con Rajoy es el único camino para ayudar a
los trabajadores griegos. Los que ponen a Tsipras como ejemplo se muestran
dispuestos a hacer su misma política, o sea la sumisión al capital financiero
en nombre de la regeneración de las instituciones.
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