El presidente
de Fedecámaras, Jorge Roig, aseguró el pasado 1 de mayo que los constantes aumentos de salario mínimo
son evidencia de que el gobierno no ha podido controlar la inflación y eso hace
que el problema de fondo sea ese y no
el porcentaje de aumento, el razonamiento de fedecamaras.y de que los salarios
son los causantes de la inflación, que comparte los empresarios, y los partidos
políticos de la MUD no es nuevo. Ya Karl Marx, autor de El Capital, libro que
ofrece la mirada más incisiva sobre la explotación bajo el sistema capitalista,
se enfrentó a este argumento, en un memorable texto.
Por: Mónica Arancibia
El debate acerca de
los aumentos de salarios y su relación con los precios es muy viejo, y Marx fue
parte de este intercambio. “Salario, precio y
ganancia” es un célebre
folleto de Marx que fue la conferencia que pronunció en la Asociación
Internacional de Trabajadores, más conocida como la I Internacional, los días
20 y 27 de Junio del año 1865.En aquella conferencia Marx le respondía a un
obrero llamado John Weston. El escenario de fondo de este debate, era una gran
huelga que se extendía por el viejo continente, huelga que exigía aumento de
salarios y reducción de la jornada laboral, un reclamo que aún hoy nos suena
familiar. El obrero Weston argumentaba que no tenía ningún resultado pelear por
aumento de salario, ya que una vez conquistado este incremento, los patrones lo
trasladarían a un aumento de precios y de esta manera ese aumento de salario
quedaría neutralizado.
¿Dónde surge la ganancia?
Veamos por qué tanta resistencia de los
empresarios a otorgar aumentos de salarios. En la sociedad la mayoría de la
población no tiene capital para invertir, ni es dueña de máquinas ni
herramientas para producir, con lo único que cuenta la mayoría son sus brazos,
su cerebro y su cuerpo, es decir su capacidad para trabajar o lo que también
llamamos fuerza de trabajo. Esta capacidad de trabajar o fuerza de trabajo es
la que vende el obrero en el mercado y a cambio recibe un salario. El
empresario o capitalista cuando contrata al trabajador no compra todo el
trabajo que él produce, sino que compra su capacidad de trabajar, o su fuerza
de trabajo. Esta mano de obra la va a utilizar junto a las maquinarias y
materias primas durante una jornada laboral, por ejemplo de 8 horas. Con una
parte de esta jornada laboral, supongamos 3 horas, el trabajador repone lo que
el capitalista gastó en su salario.
Luego de estas 3 horas el trabajador no
puede regresar a descansar a su casa. “¡Alto ahí!-grita ahora el capitalista yo
he alquilado al obrero por un día entero. De modo que ¡a seguir trabajando
hasta cubrir las otras 5 horas, sólo entonces estaremos en paz! Y en efecto, el
obrero no tiene más remedio que someterse al contrato que “voluntariamente” ha
pactado, y en el que se obliga a trabajar 8 horas enteras por un producto de
trabajo que sólo cuesta 3 horas.” (Friedrich Engels “Trabajo Asalariado y
Capital”, se modificaron las horas acorde al ejemplo).
Esto sucede porque el trabajador vendió
su capacidad de trabajar, donde 5 horas que trabaja son apropiadas por el
empresario sin darle nada a cambio. Estas horas, por encima de la cantidad
necesaria de horas para reponer su salario, es la única fuente de la ganancia
de los empresarios o capitalistas.
¿Qué ocurre con los precios si aumentan los
salarios?
El obrero Weston defendía su teoría
diciendo que “si una sopera contiene determinada cantidad de sopa, destinada a
determinado número de personas, la cantidad de sopa no aumentará porque aumente
el tamaño de las cucharas” a lo que Marx le respondió que Weston se olvida de
“que la sopera de que comen los obreros contiene todo el producto del trabajo
nacional y que lo que les impide sacar de ella una ración mayor no es la
pequeñez de la sopera ni la escasez de su contenido, sino sencillamente el
reducido tamaño de sus cucharas”.
Tanto los salarios, como la ganancia de
los capitalistas provienen de una misma fuente, del trabajo del obrero. En el
texto mencionado Marx mostraba que “como el capitalista y el obrero sólo pueden
repartirse este valor, que es limitado, es decir el valor medido por el trabajo
total del obrero, cuanto más perciba el uno menos obtendrá el otro, y
viceversa. Partiendo de una cantidad dada, una de sus partes aumentará siempre
en la misma proporción en que la otra disminuya. Si los salarios cambian,
cambiarán, en sentido opuesto, las ganancias. Si los salarios bajan, subirán
las ganancias; y si aquellos suben, bajarán estas. Una subida general de
salarios determinaría una disminución de la cuota general de ganancias”.
Marx da cuenta que los salarios pueden
impactar en los precios pero es un movimiento temporal. Ante un aumento de
salarios, los empresarios buscan resguardar sus ganancias aumentando los
precios. La mejora de salarios genera aumento de la demanda de los bienes que
son parte de la canasta de consumo de los trabajadores, los precios de estos
bienes aumentan. A la vez, los bienes que no son de primera necesidad no pueden
compensar su pérdida de ganancia con aumento de precios porque su demanda no
aumenta. Los capitalistas “no podrían resarcirse de la baja de su cuota de
ganancia, efecto de una subida general de salarios, elevando los precios de sus
mercancías, puesto que la demanda de éstas no aumentaría, sus ingresos
disminuirían, y de estos ingresos mermados tendrían que pagar más por la misma
cantidad de artículos de primera necesidad que subieron de precio. Pero la cosa
no pararía aquí. Como sus ingresos habrían disminuido, ya no podrían gastar
tanto en artículos de lujo, con lo cual descendería también la demanda mutua de
sus respectivas mercancías. Y, a consecuencia de esta disminución de la
demanda, bajarían los precios de sus mercancías”. ¿Qué sucede inmediatamente?
Que algunos empresarios ganan más que otros. Por este motivo el capital y el
trabajo se irían de las ramas menos rentables a las más rentables aumentando la
producción de los bienes que forman parte de la canasta de consumo de los
trabajadores y descendería la producción de los bienes de lujo.
“Una vez operado este cambio, la cuota
general de ganancia volvería a nivelarse en las diferentes ramas de la
industria. Como todo aquel trastorno obedecía en un principio a un simple
cambio en cuanto a la relación entre la oferta y la demanda de diversas
mercancías, al cesar la causa cesarían también los efectos, y los precios
volverían a su antiguo nivel y recobrarían su antiguo equilibrio. La baja de la
cuota de ganancia por efecto de los aumentos de salarios, en vez de limitarse a
unas cuantas ramas industriales se generalizaría”.
En resumen, Marx admite que pueden
variar los precios como consecuencia de los aumentos de salarios pero este
aumento es temporal ya que después los precios vuelven al precio inicial. “Por
tanto, después de trastornar temporalmente los precios del mercado, la subida
general del tipo de salarios sólo conduciría a una baja general de la cuota de
ganancia, sin introducir ningún cambio permanente en los precios de las
mercancías”.
Los aumentos de salarios no generan
inflación, los aumentos de salarios quitan una cuota de la ganancia que quiere
embolsar el capitalista y por este motivo el empresario quiere trasladar esta
pérdida al incrementar los precios.
Comentarios
Publicar un comentario