Hoy publicamos un artículo de Juan Barreto, que tiene toda la
pertinencia del caso, por cuanto el presidente maduro ha planteado que Venezuela
se orienta en la etapa de transición al socialismo.
Juan Barreto Fue miembro de la Dirección Nacional
del Partido MVR desde la fundación del partido en 1997
y fue uno de los principales promotores de la candidatura presidencial de Hugo Chávez Frías en 1998, la cual ganó.
Participó activamente en la retoma del proceso revolucionario contra el golpe
de Estado del año 2002.
En las elecciones de 2000, cuando se debía
elegir todos los cargos públicos del país, obtuvo un escaño para diputado,
desde el cual tuvo una activa participación política y en definitiva se dio a
conocer en el escenario político nacional, considerado sus ideas políticas
entre las más progresistas del MVR. Es un ferviente defensor de las clases
populares y destacado opositor a la burguesía venezolana. Siendo diputado
siguió impartiendo clase de periodismo en la UCV. En 2004 deja su escaño de
diputado y su partido lo postula como candidato a alcalde mayor de Caracas en
las elecciones regionales, obteniendo la victoria.
Editores del colectivo el trabajador
¿Pensamiento único de izquierda?
Juan barreto
23 de
enero 2014 - 00:01
Desde el
punto de vista económico, el primer período o momento del “marxismo soviético”
generó significativas controversias acerca de los problemas de transición al
socialismo en el campo económico (Bujarin, Preobrazhensky, Trotsky, por
ejemplo, participaron ampliamente en estas polémicas), tanto en el período del
llamado “comunismo de guerra” como en el período de la NEP. Los problemas de la
economía planificada, la compatibilidad del mercado con el socialismo y el
capitalismo de Estado estaban en el fondo de estas controversias, en las que
también participó activamente Lenin.
En 1926 Preobrazhensky escribió su obra La nueva
economía, en la que analizó las contradicciones entre la planificación
socialista y el mercado, así como el debate sobre las leyes de la acumulación
socialista, y se pronuncia porque el Estado soviético subordinara la ley del
valor a la regulación planificada de la sociedad. En 1927 fue expulsado del
partido y deportado junto con Trotsky.
La NEP, avalada por Bujarin, suscitó el debate
sobre la economía mixta y el capitalismo de Estado. Sin embargo, a pesar de que
este primer período del marxismo bolchevique estuvo cruzado de significativos
debates, a partir de la muerte de Lenin hasta el control absoluto del poder por
parte de Stalin, comenzó un proceso de intimidación y persecución contra la
llamada oposición de “izquierda” que selló el fin del espíritu vivo y polémico
de la reflexión del “marxismo soviético” de este primer momento, en el campo
económico, social, político y cultural.
Asimismo, este primer período constituye un
extraordinario apogeo del pensamiento de Lenin, como intérprete hegemónico del
“marxismo revolucionario” frente a la ortodoxia reformista y revisionista de la
Segunda Internacional, pero además contra cualquier desafío a su hegemonía
(comunismo de consejos, austro-marxismo, oposición obrera, pensamiento
anarquista), transcurrieron importantes debates en la URSS como marxismo
soviético, la violencia, el derecho y la “legalidad revolucionaria” donde
participan Pasukanis, Stučka, Kirilenko y otros. La interpretación leninista de
la “dictadura del proletariado” (cuyo concepto es creación de Blanqui, de la
experiencia de la Comuna y de allí lo tomó Marx) dominó este debate.
Fueron tales las implicaciones de estas
controversias que, por sostener que el Estado socialista debía extinguirse para
dar a luz el comunismo, según la teoría de la transición de Marx, personajes
como Stučka y Pasukanis fueron calificados por Vishinsky de “saboteadores” y
“espías”. Tal era el “clima de debate” en el apogeo del estalinismo (que
llamaba a fortalecer el Estado y el socialismo en un solo país); en fin, la
controversia era descalificada como abono para el terreno contrarrevolucionario
y de las acciones de los “enemigos del pueblo”. Stalin fue el propagador de la
mayor parte de las clasificaciones que identificaron de manera abusiva,
sectaria y estigmatizadora a diversas tendencias, grupos y personalidades
dentro de los llamados “enemigos del pueblo” y “contrarrevolucionarios”.
Cuando el Partido Comunista rechazó estilos
modernos como el impresionismo, el surrealismo, el dadaísmo y el cubismo debido
a los principios “subjetivistas” que les subyacían (el subjetivismo chocaba
frontalmente con la aspiración objetiva del “materialismo dialéctico oficial”)
y a los temas que trataban (el realismo socialista solo consideraba relevantes
los temas relacionados con la política y los trabajadores), ello llevó a
considerar a dichos estilos como manifestaciones de arte burgués. El realismo
socialista se convirtió entonces en política oficial del Estado en 1932, al
promulgar Stalin el decreto de reconstrucción de las organizaciones literarias
y artísticas. El “marxismo-leninismo” pasó a ser un pensamiento único de
izquierda, única visión correcta y, por supuesto, “científica”.
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