por denis ospino
Todos los
acontecimientos en cuanto a la conducta que despliegan las multinacionales y
emporios económicos nacionales y transnacionales nos indican que el capital en
su crisis plantea su recomposición a partir de la destrucción de naciones y sus fuerzas productivas, aquellas
que no cedan a la imposición de las medidas neoliberales y de libre mercados
serán blanco de ataques por parte del imperio del capital.
La inestabilidad del
mercado y sus componentes marcan una tendencia en el alza de los precios de la
mercancía, la desobediencia por parte de la burguesía parasitaria
(Consecomercio-Fedecamaras etc.) y su
resistencia a los controles de cambio y otros, nos indican que esta instalada
una crisis del capital, la cual necesita
ser saldada con riquezas que se producen
a partir del trabajo, en nuestro caso la mayor fuente de divisas es el petróleo.
Una crisis de la que el capital necesita salir a partir de la apropiación de la
renta petrolera la cual determina las relaciones sociales de producción y
geopolítica nacional e internacional.
La destrucción del
salario por parte del capital por vía de
la explotación y mediante la apropiación
de la plusvalía y la sobre especulación en los precios de la mercancía
se conceptualizan y observan en esta guerra económica.
La sobre especulación como la mala maña acaba
con los salarios de la clase trabajadora venezolana, no les basta con timar el
valor real de lo que producen los trabajadores
con fuerza de trabajo (plusvalía) la burguesía necesita a través de la
lógica capitalista recuperar la inversión de la producción en lo que van
incluidos los salarios, multiplican al mil por ciento y mas sus
ganancias generando crisis económica
social y política.
La burguesía y la derecha en este país
responden a intereses de su clase y establecen un plan de acción desde su terreno
empleando todo su poderío económico
concentrado en federaciones y cámaras para imponer sus políticas y reglas de comercialización,
desobedecen al gobierno y obvian controles que fueron creados para ser
burlados.
El Presidente Maduro
acepta que su gobierno responde tardíamente a la emboscada fraguada por el
capital e incluso por no entender en su momento lo que ocurría pues la arremetida
fue y es en contra de los trabajadores se coloca en contraposición de solicitudes que
las organizaciones sindicales elevaban para proteger a la clase trabajadora y
recomponer su capacidad adquisitiva, situación que aprovecha y capitaliza la
oposición lo cual le permite ganar afectos a sus filas utilizando un discurso
de centro izquierda pero que al fin y al
cabo le serviría a la derecha para avanzar en su apetencia por el poder
político.
Es necesario entender
que la guerra económica esta planteada para cumplir varios objetivos
estratégicos para la oposición venezolana, uno derrocar al gobierno democráticamente elegido,
tomar posesión de las riquezas y convertir a Venezuela en una gran maquila de
explotación donde los derechos y conquistas de la clase obrera puedan barrerse
sin la menor resistencia por parte de la clase trabajadora la cual carece hasta
el momento de dirección política clasista revolucionaria. ,por ello urge
entender que el principio de autonomía de la clase no debe ser visto por el
gobierno como una peligrosa condición histórica que le restaría a este
correlación de fuerza frente a la única clase con capacidad material y fuerza
real a la hora de generar grandes cambios para transformar realidades en pro de sí misma.
Un tira y encoje
entre sectores con poder político y económico en nuestro país se deja notar,
preservar o recuperar el poder es el interés en común pero avanzar o no
dependerá de las presiones que se generen desde las bases sociales.
Construir Organizaciones de lucha obrera no
son competencia del patrón llámese como se llame es obligación histórica de la
clase trabajadora generar sus herramientas de combate y ponerlas al servicio de
su clase, de sus trabajadores y para los trabajadores desde su terreno y sus
intereses eso es autonomía hacer lo contrario seria el peor de los errores que
se cometiera en tiempos de revolución.
La confrontación real es entre trabajo y capital,
al gobierno revolucionario solo le queda colocarse a favor del pueblo
trabajador y crear las condiciones políticas para permitirle a la clase
defenderse y fortalecerse frente a este combate y otros por venir, entender que
esta guerra económica es a muerte.
La concertación con
el capital es muestra de la no claridad política y estratégica frente a la
clase burguesa, el gobierno cedió espacios al enemigo político para que este
reorganizase sus fuerzas y fuese con mucha más saña en contra del pueblo trabajador, para muestra
un botón la especulación, acaparamiento y destrucción de los salarios.
Para llegar a la comprensión del contexto la
clase necesita construir sus propias organizaciones sindicales y una expresión
política propia para reconocerse en sí misma, luchar y avanzar hacia el
socialismo.
No hay socialismo sin
clase trabajadora organizada en su propio terreno.
El boicot obrero como respuesta a la
especulación y a la usura,
No compres pueblo
trabajador resiste…….
Contingencia2002 (Denis ospino)
Comentarios
Publicar un comentario