Dianca (Diques y Astilleros Nacionales C.A) el principal empresa de su
tipo en el país, fue creada durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Hoy
Dianca concentra una nómina de 1300 trabajadores, que al igual que en otras
empresas cumple con una cuota política, pero de igual forma que en el resto del
país, los trabajadores de Dianca, salen hacer mercado y con el salario mínimo
mensual y una cesta ticket de 0,60 UT (Bs 1.400) no alcanza para cubrir las
necesidades de la familia.
Muchos llevan años en la empresa
y esperando un mejor salario para el momento de la jubilación, pero no llega y
las cuentas son claras. Desde 2008 se encuentra vencido el contrato colectivo.
En el 2012, los trabajadores fuimos a huelga para presionar a la empresa y
arrancarle un compromiso, que hoy vemos no ha honrado, sobre fondo de pensiones
y pago de diferencia de utilidades del 2011 y 2012. Como todos los trabajadores
del país, los de Dianca, esperamos un contrato digno y que el gobierno cumpla.
Otro de los aspectos que los
dianqueros reclamamos ante oídos sordos de las gerencias, es la situación de la
seguridad ocupacional. Esta exigencia común en infinidad de empresas del
estado, lleva al señalamiento del deterioro de las instalaciones y la
inexistencia de un verdadero programa de mantenimiento preventivo y correctivo
en astilleros y puertos. Es fácil comprender que los trabajadores de Dianca,
ponemos en riesgo nuestra vida y salud, por un miserable salario.
Cansados de engaños e indolencia
oficial, los trabajadores decidimos salir a las calles. Si en el puerto las
palabras se las lleva el viento, reparemos si nos ven y reciben en Miraflores.
Por eso, en asamblea de trabajadores decidimos caminar hasta Caracas, y salimos
en caminata una avanzada de 300 trabajadores a pie. Son unos cuantos
kilómetros, pero en su trayecto hay muchos pueblos y ciudades, casa de gente
como nosotros que sienten y padecen lo que vive el pueblo y la mayoría son
trabajadores, a los que se les hará fácil entender nuestras exigencias, y
brindar la solidaridad necesaria.
Por ello agradecidos estamos por
el acercamiento de Aldo Torres y un grupo de compañeros del sindicato y
trabajadores de CORPOELEC-Aragua, quienes suministraron agua y comida, palabras
de aliento y su visión de nuestro conflicto, además de contarnos la situación
que los trabajadores eléctricos viven.
Nos nos queda la duda de que hay
cosas que los trabajadores debemos tratar y superar las divisiones. Pero
tenemos que llegar a Caracas y esperamos lograr como nos alentó el amigo
Domingo Andrade y también Aldo Torres, al afirmarnos que esta jornada es dura
pero vistosa y todo el que la alcance en su carro se preguntará: ¿Qué pasa? ¿A
dónde van? ¿Por qué esta marcha? Y les diremos, somos de Dianca, y vamos a
Caracas a que nos oigan porque estamos hartos de no ser escuchados. Peleamos
por un contrato digno y un mejor nivel de vida, y esperamos contar contigo
cuando toquemos tu calle.
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