Trabajadores de Abastos Bicentenarios denunciaron la falta de
mobiliario cómodo para trabajar y la falta de inversión para mejorar la
infraestructura físicas de las sucursales
Tendinitis del manguito rotador, síndrome del túnel
carpiano y signos de problemas en el cuello cervical son algunas de las quejas
que los trabajadores que se desempeñan como cajeros en los 11 Abastos
Bicentenarios del área metropolitana detallaron ante la Vicepresidencia de
la República este miércoles luego de movilizarse desde la plaza Caracas, en El
Silencio.
La ausencia de sillas ergonómicas y la mala distribución de los elementos de la caja (registradora y decodificador de productos) han provocado dolencias en los empleados del supermercado, las cuales ameritaron su denuncia ante Inpsasel y la Inspectoría del trabajo.
Esta solución que proponen al patrono
permitirá que los encargados de registrar códigos y hacer los cobros de
productos puedan tener una menor incidencia en su salud a largo plazo.
Peticiones.
Además, el personal señaló que hasta la fecha el acta convenio que fue establecido para amparar sus beneficios laborales no ha sido respetados en tres clausulas. También pidieron un plan de mejoras para la infraestructura física de los supermercados a la que no se le ha invertido un medio luego de la expropiación de las sucursales de Cativen por parte del Ejecutivo nacional y la incorporación de los efectivos de la milicia, que actualmente reguardan las instalaciones, a la nómina de Bicentenario.
Por último, las 100 personas que se concentraron en plaza Caracas aclararon que las críticas realizadas este miércoles no estaban dirigidas a la gestión de Nicolás Maduro, sino a la mala administración que lleva la directiva de los Abastos desde su creación en 2010.
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