Por: Rodrigo Ibarra
Desde los EE UU hemos recibido información del estallido de huelgas y protestas sociales Poderosas en Estados Unidos contra las condiciones sociales intolerables y los niveles pasmosos de desigualdad social.
Difunde: la Coordinación Nacional Autónomo Independiente De Trabajadores (CAIT) Maracaibo, 30-11-2022^*
Entre huelgas de enfermeras, maestros, trabajadores ferroviarios, y nuevos esfuerzos sindicales cobrando fuerza con una huelga nacional de trabajadores de la cadena Starbucks, y la sindicalización de Amazon, Apple y otros lugares, el movimiento obrero está entrando en el escenario nacional marcado por el aumento general de precios, alza de la inflación, una fuerte tendencia a la contracción o recesión económica, y una crisis sin precedentes en el sistema político institucional bipartidista.
La actual ola huelguista de la clase obrera en Estados Unidos es la mayor expresión de resistencia a la crisis del sistema. Una situación ya crónica desde la crisis financiera del 2008/2010, que lanzó millares de trabajadores al desempleo y a la pobreza. Los trabajadores en huelga se resisten al destino que el capitalismo les ha designado, lanzándolos al desempleo y la pobreza en nombre del beneficio del capital.
Especialistas señalan que “La segunda mitad de 2022 se ha caracterizado por una serie de despidos tecnológicos, ya que empresas, desde operaciones pequeñas hasta gigantes multinacionales, han despedido a una cantidad significativa de empleados. De hecho, el sitio web de seguimiento de despidos Layoffs.fyi informa que más de 100,000 trabajadores de tecnología fueron despedidos en 2022. Y es probable que ese número aumente.”
Hay que tener siempre presente que la masa de trabajadores despedidos desde la crisis financiera del 2008 \ 2010, enorme cantidad de trabajadores terminaron fuera de sus buenos empleos, y cuando volvieron al trabajo fue en trabajos precarios, menor pagados y en puestos de tiempo parcial. De ser considerados clase media pasaron a la clasificación de pobres.
La nueva dimensión de la pobreza, por su vez, hizo estallar los planes y programas paliativos, con presupuestos que resultaron negativos frente a la nueva masa de pobres. El resultado fue el establecimiento del fenómeno de la formación de grandes comunas de indigentes en las principales ciudades de Estados Unidos.
La lucha de la clase trabajadora actual es una lucha de resistencia contra las consecuencias desastrosas del sistema.
Una ojeada a vuelo de pájaro sobre el nuevo movimiento huelguístico.
50,000 trabajadores académicos de la Universidad de Estatal de California en 10 campus universitarios se encuentran actualmente en huelga: Demandan aumentos salariales significativos y subsidios para el cuidado de niños para poder pagar el costo de vida en ciudades como Los Ángeles, San Diego y Berkeley, donde los costos de vivienda se están disparando.
Decenas de miles de trabajadores de la salud de todo el país se fueron a la huelga a mediados del año 2022.
Centros hospitalarios de Massachusetts, Pensilvania, Minnesota, New Jersey, Connecticut, California, y empleados del sindicato nacional de Káiser Permanente, demandan a dotación de personal, la atención al paciente, las condiciones de trabajo y la retención de empleados. Catorce huelgas reportadas por Becker's Hospital Review este año
Huelga ferroviaria EE. UU.
La lucha sindical de los trabajadores ferroviarios se arrastra de largo. El 15 de septiembre temprano por la mañana, después de 20 horas de conversaciones, la Casa Blanca anunció que se evitó una inminente huelga ferroviaria y se llegó a un acuerdo tentativo entre los representantes de la patronal de ferroviarios de carga y los sindicatos. El período previo al acuerdo tenía a las empresas, y a la economía, al borde del abismo. De esa manera el Presidente Biden había logrado evadir una poderosa huelga capaz de lograr la paralización de un eslabón clave de la cadena de suministros del mercado interno, en medio de la mayor interrupción en la cadena global de suministro y de la campaña de elecciones intermedias de importancia capital en el juego político nacional. Biden, en realidad, no logró más que postergar un par de meses la lucha sindical.
Implicaciones de la paralización de los ferrocarriles.
Prácticamente, todas las partes de la economía necesitan ferrocarriles que funcionen. Además, una huelga habría hecho subir los precios en un 4% según estimado de expertos, momento en que la inflación mostraba signos de mantenerse alta. Los operadores de los ferrocarriles han estimado que tal cierre podría costarle a la economía estadounidense $2 mil millones por día.
Además, la huelga podría costar 700.000 puestos de trabajo en múltiples industrias y borrar el equivalente de las ganancias de empleo de los últimos tres meses, según un análisis del Consejo Estadounidense de Química.
Una economía en la cual se combina la amenaza del estancamiento con alta inflación no puede permitirse la interrupción forzada del transporte. Pero no hay acuerdos entre los dirigentes sindicales y los patrones ferroviarios. El callejón sin salida es profundo.
La lucha continua dos semanas después de pasadas las elecciones intermedias. Terminó la tregua.
El 22 de noviembre 2022 los medios informan que, ante la falta de acuerdos, el país podría enfrentarse a una huelga nacional ferroviaria de carga paralizante, poco después de que los miembros de base del sindicato ferroviario más grande del país rechazaran un acuerdo laboral con los patrones de ferrocarriles de carga. Si la huelga continuara por algún tiempo, sería devastador para las cadenas de suministro estadounidenses y para los costos del consumidor. (Alrededor del 30% de la carga de EE. UU. se mueve por ferrocarril). Si las cosas se ponen realmente mal, el Congreso podría intervenir.
El intento de Biden para disuadir a los trabajadores fue un fracaso
Los sindicatos de trabajadores ferroviarios rechazaron el acuerdo laboral negociado por Biden el lunes por la mañana, lo que planteó la inminencia de la huelga antes de las vacaciones (se habla de iniciar la huelga el día 9 de diciembre). ¿Por qué es importante?, el fracaso del acuerdo es un revés para la Casa Blanca, que lo negoció y vendió su propuesta como una gran victoria en septiembre.
SMART Transportation División, el sindicato que representa a los conductores ferroviarios, votó en contra del acuerdo propuesto por Biden. Así que los trabajadores ferroviarios pueden hacer huelga después del 9 de diciembre si las dos partes no llegan a un acuerdo.
Las demanda
Los empleados ferroviarios obtendrían un aumento salarial del 24% durante cinco años, el mayor en 40 años. Esto incluye un promedio de $16,000 en pagos atrasados de inmediato. También mantendrían su paquete de atención médica platino con una contribución de prima del 15
A la vez que siete compañías ferroviarias han obtenido $ 146 mil millones en ganancias desde 2015, eliminaron unos 45.000 de sus puestos de trabajo y han tenido un aumento en casi tres años.
La
clase obrera de Estados Unidos está en movimiento, resistiéndose al desastre
causado por el decline del sistema. El gobierno demócrata del Presidente Biden,
quien dice ser el mejor amigo de lis sindicatos, ha tratado de disuadirlos en
su lucha de resistencia por mejores salarios y mejores condiciones de vida.
Comentarios
Publicar un comentario