Palestina: El Estado israelí desencadena «preventivamente» un nuevo estallido de violencia contra la población de Gaza
Compartido Por: la Coordinación Nacional Autónomo Independiente De Trabajadores (CAIT) Maracaibo, 16-8-2022
Desde hace varios meses, se ha recrudecido la represión israelí contra los militantes palestinos, en particular en Jenin y Naplusa, en Cisjordania, donde se suceden las operaciones de comandos de las fuerzas de ocupación. Además de estas operaciones, asesinatos selectivos, grupos de «militantes sionistas radicales», como los presenta la propia prensa israelí, a saber, colonos israelíes de Cisjordania multiplican las provocaciones, en particular invadiendo, hace solo unos días y el domingo pasado, la explanada de las mezquitas de Jerusalén, siempre bajo protección policial. Ya el año pasado, la decisión estratégica de las organizaciones palestinas de no responder a las provocaciones frustró los planes del entonces primer ministro, Naftali Bennett, quien esperaba algunos lanzamientos de respuesta de misiles palestinos para emprender una nueva ola de bombardeos sobre Gaza.
El lunes 1 de agosto, el principal líder de la Yihad Islámica en Cisjordania, Bassam el Saadi, fue arrestado en su casa en el campo de refugiados de Jenin por un comando israelí. Al Saadi ya ha sido arrestado varias veces y ha pasado 15 años en prisiones israelíes. Dos de sus hijos fueron asesinados por el ejército israelí durante la invasión del campamento en 2002, destruyendo su casa. En respuesta al arresto, la organización Yihad Islámica exigió la liberación inmediata de su dirigente. Inmediatamente, el Estado israelí acusó a la Yihad Islámica de preparar «operaciones terroristas» en respuesta al arresto de Bassam al-Saadi y llamó a los residentes de los asentamientos próximos a Gaza a dirigirse a los refugios. Una vez que se puso en marcha la provocación israelí, se dio la orden de bombardear Gaza de manera «preventiva». Tres días de bombardeos preventivos, más de 40 muertos, entre ellos 6 niños, cientos de heridos, en lo que los medios de comunicación cómplices presentan como «un nuevo brote de violencia entre Israel y el grupo Yihad Islámica», colocando como siempre en pie de igualdad a los agresores armados hasta los dientes y a los agredidos. Tres días de bombardeos preventivos y la destrucción de la única central eléctrica del territorio que aún funcionaba, la destrucción de varios cientos de hogares...
Un ataque israelí deliberado y montado de arriba abajo... crímenes de guerra como argumento en una campaña electoral
Después de afirmar que la muerte de la periodista palestino-estadounidense Shirine Abu Akleh fue causada por un disparo palestino (una investigación corroborada por el propio New York Times y varias organizaciones de defensa de los derechos humanos, ha demostrado que realmente fue abatida por fuego israelí), los propagandistas del Estado hebreo afirman que la muerte de niños palestinos en el campamento de Jabaliya en el norte de Gaza fue causada por un cohete palestino. Bombardear un territorio muy densamente poblado como la Franja de Gaza equivale a matar civiles deliberadamente.
Muchos testigos palestinos confirman que, como siempre es el caso en el Estado israelí, esta ofensiva tiene como objetivo afirmar la autoridad del jefe de Estado frente a sus competidores en vísperas de nuevas elecciones legislativas. Se celebrarán el 1 de noviembre. El primer ministro, Yair Lapid, presentado como un «moderado» por los mismos medios cómplices, dijo a los oficiales del ejército israelí: «La elección no es entre Netanyahu y yo, sino entre el futuro y el pasado». Más allá de las declaraciones demagógicas de circunstancia, al dar la orden de bombardear -preventivamente- la Franja de Gaza, Lapid muestra que su concepción del futuro se funde con el pasado y el presente de una misma política contra el pueblo palestino, basada en el principio del castigo colectivo. Se trata siempre de negar al pueblo palestino su derecho a la tierra, su identidad, su derecho a existir. El domingo por la noche, se planteaba la perspectiva de una tregua por el Egipto del mariscal Sissi, cómplice del Estado israelí, que lleva 15 años organizando conjuntamente con este último el bloqueo de Gaza.
«En toda Palestina, más
allá de las divisiones territoriales impuestas, esta nueva prueba solo refuerza
la convicción de que somos un solo y mismo pueblo», dice un militante.
8
de agosto de 2022. François Lazar con nuestros corresponsales en Palestina.
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