Coordinación Nacional Autónomo Independiente De Trabajadores (Cait) Maracaibo, 16-5-2022
Por: José Arnulfo
Bayona*
En
las elecciones, cuya primera vuelta se llevará a cabo en Colombia el próximo 29
de mayo, están en juego cuestiones trascendentales para el futuro inmediato de
la economía, la política, la democracia y, sobre todo, la vida del pueblo
colombiano.
Competirán
6 candidatos y una candidata, con sus respectivas fórmulas vicepresidenciales,
entre las cuales se destaca la fuerte
competencia entre las candidaturas de la coalición progresista y de izquierda
democrática, el Pacto Histórico y la coalición de la extrema derecha
hegemónica, que agrupa los partidos de la coalición del gobierno actual,
encabezada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, conocido como “El Patrón del
mal”, su partido Centro Democrático y los partidos Liberal, Conservador, de la
U y Cambio Radical principalmente, que gobiernan, desde hace décadas, en
beneficio del capital nacional y extranjero y de las mafias del narcotráfico.
Gustavo
Petro, ex alcalde de Bogotá, del movimiento La Colombia Humana, y Francia
Márquez, del movimiento “Soy porque Somos”, son los candidatos a la presidencia
y la vicepresidencia del Pacto Histórico. Petro, fue candidato presidencial en
2018 y logró algo más de 8 millones de votos reconocidos por el Consejo
Electoral; pero, fue objeto de fraude electoral, incluida la compra de votos
con dineros del narcotráfico, mediante el cual llevaron a la presidencia de la
República al actual presidente Iván Duque, cuerpo ajeno con el que ejerce el poder
el expresidente Uribe.
Francia Márquez, del movimiento Soy porque Somos, una mujer
negra, feminista, luchadora social, ambientalista, antirracista, anti
patriarcal y defensora de los derechos humanos, que se reivindica como “la voz
de los nadies”, para simbolizar la representación auténtica de la clase trabajadora,
los de abajo, las poblaciones negras racializadas, campesinos, los excluidos, las víctimas de la guerra, las
mujeres, las comunidades LGBTIQ+ y en general, la población empobrecida y
víctima de la política de muerte imperante en Colombia desde hace siglos,
surgió de las entrañas de los de abajo, como fenómeno político en la consulta
realizada el pasado 13 de marzo.
Federico
Gutiérrez, alias Fico, ex alcalde de la ciudad de Medellín, será candidato
presidencial de la coalición de extrema derecha “Equipo por Colombia” y Rodrigo
Lara, ex alcalde de la ciudad de Neiva, será su fórmula en la vicepresidencia.
Fico dice ser independiente, pero, es experto en la política de Seguridad
democrática, con la que Uribe y el paramilitarismo que, inspirados en dicha
política, con el pretexto de combatir las guerrillas, sembraron el terror y el
miedo entre la población colombiana y causaron centenares de miles de muertos, caídos
en miles de masacres, genocidios, asesinatos de líderes y lideresas sociales,
opositores políticos, campesinos y hasta 6.402 jovencitos civiles, sacados de
sus hogares y asesinados por militares, hechos
registrados por la Jurisdicción Especial para la Paz como “falsos positivos,
que en realidad son actos de terrorismo de estado.
Las
alternativas que compiten en la contienda electoral son totalmente contrapuestas
y contienen dos proyectos políticos diferentes. Sin embargo, expresan dos
visiones distintas del desarrollo del capitalismo y sobre el sistema político. El
Pacto histórico que parte de responsabilizar a la mafia gobernante de la profunda
crisis económica, política, social, ambiental y humanitaria que vive el país,
consecuencia de la aplicación, a sangre y fuego, del modelo neoliberal y de la incapacidad
del gobernante para administrarla y enfrentar la corrupción que se deriva en el
saqueo del erario en cantidades exorbitantes, se roban por lo menos 50 billones
de pesos anuales, poner coto a los privilegios tributarios y arancelarios otorgados a los capitalistas nacionales y las empresas
multinacionales, que los liberan de tributar por lo menos 60 billones de pesos
anuales.
Igualmente,
lo hace responsable del recrudecimiento de la violencia, producto de su
decisión de sabotear los acuerdos de paz firmados con la guerrilla de las FARC,
el rompimiento de las negociaciones con
la guerrilla del ELN, que se desarrollaban en la Habana, dando origen al
retorno a las armas de grupos disidentes y su fortalecimiento y, su connivencia
con el surgimiento del neo paramilitarismo expresado en bandas como las
“Águilas Negras”, “la Cordillera”, las “Autodefensas Gaitanistas de Colombia” –
AGC – o, “Clan del Golfo”, entre otros, con sus secuelas de amenazas de muerte,
desplazamiento forzado, asesinatos de líderes, lideresas defensores/as de
ambientales y de los derechos humanos, secuestros, centenares de masacres,
sicariato y acciones al servicio de carteles de narcotraficantes nacionales y
mexicanos.
Propone,
parar la guerra, lo cual implica retornar el cumplimiento integral de los
acuerdos de paz firmados con las FARC en 2016, reiniciar el proceso de
negociación con el ELN y convocar a las disidencias de las Farc a reintegrarse
al proceso de paz, dictar una ley de
sometimiento a la justicia de las bandas paramilitares y del narcotráfico, una
reforma tributaria que elimine las exenciones a
los grandes capitales y grabe las grandes fortunas, con lo cual
ingresarían al erario mas de 60 billones
adicionales, penalizar la corrupción e impedir que por esa cloaca se vallan 50
billones cada año, sustituir los combustibles fósiles, extracción de petróleo y
gas, por energías limpias, industrializar el campo, sembrar 22 millones de
hectáreas fértiles, para generar mas de tres millones de empleos productivos y
garantizar soberanía alimentaria, eliminar la intermediación financiera privada
en los servicios de salud y crear un servicio que garantice el derecho a la
salud, gratuito, universal y de calidad a
colombianas y colombianos, en condiciones de igualdad, educación gratuita de calidad, desde el
prescolar hasta la universidad, fortalecer Colpensiones en donde coticen la
inmensa mayoría de trabajadores, para garantizarles pensiones dignas, basando
su liquidación en el régimen de prima media, una reforma laboral que restituya
los derechos sindicales, laborales y de seguridad social en salud a la clase
trabajadora.
Estas
son, algunas propuestas, que de conjunto constituyen una alternativa al modelo
neoliberal que ha sumido al país en la profunda crisis económica y humanitaria
y ha generado desempleo, pobreza, miseria, precarización salarial, exclusión y
empobrecimiento generalizado de la inmensa mayoría de la población colombiana.
Al día de hoy, Petro encabeza las encuestas con cerca del 46% en las encuestas,
con alta probabilidad de alcanzar el 50% + 1 voto. Pero está en alto riesgo de
ser objeto de un nuevo y monumental fraude, de que se hagan realidad y atenten
contra su vida o que se pueda posesionar y le den golpe de estado. La
oligarquía colombiana y su gobierno mafioso es la primera vez en 213 años que ve
aterrorizada la proximidad de la derrota.
Alias
Fico, representa todo lo contrario y su propuesta está ligada al continuismo
del desprestigiado gobierno de Uribe – Duque, para preservar el modelo
neoliberal, proteger la corrupción y mantener el negocio de la guerra, promete
empleo, educación, salud, vivienda. Si lo imponen será la continuación del
régimen, bonapartista, autoritario, que ejerce violenta hegemonía des hace más de
20 años y Fico sería el cuarto presidente que designa Uribe, alias “El
Matarife”.
Bogotá,
Colombia, mayo 12 de 2022.
*Miembro
de la Red Socialista de Colombia.
Comentarios
Publicar un comentario