Por: Javier Márquez G.(Santiago)… Maracaibo
20-06-2020
Ayer acaba de
caer el Ministro de salud, aunque el gobierno se encargó de llenarlo de
alabanzas, la suma de la mala política sanitaria y la obstinación de no
escuchar a los sectores que están involucrados en la salud más el estilo patrón
de fundo terminó con su periodo anticipadamente. El último empujón fue cuando
una investigación periodística reveló que las cifras de mortandad eran
superiores a las que oficialmente se informaban.
La cifra real
era un poco más de 5 mil en total y era lo reportado a la OMS, mientras en
Chile se informaba una cifra mucho menor y se hacía gala de buenos resultados
en el control.
La pandemia
lejos de disminuir sigue su avance y Chile llegó a superar en América la cantidad
de muertos por millón de habitantes.
Por la
responsabilidad que le cabe al ex ministro, sectores políticos y sindicales
plantean acusarlo constitucionalmente ya que hace tres meses que se plantearon
medidas que podrían haber salvado vidas y no hubo respuesta.
El Gobierno por
su parte sigue tejiendo su maraña y llega acuerdo con casi todos los partidos,
firmando el Acuerdo Nacional de Emergencia que consiste en ampliación del
ingreso familiar de emergencia, ingreso para los beneficiarios alcanzará los
$100.000 (US$126,47) lo que no supera la línea de la pobreza ($170.851);
asignación de fondos a los municipios y fondos adicionales para el sector salud
entre los más importantes. La desconfianza que inspira el conglomerado político
ya hace pensar que debe haber una letra chica y no sería raro que aparezca
alguna sorpresa.
El estado de
catástrofe acaba de ser extendido hasta septiembre en un intento por controlar
la pandemia lo que además sirve de freno a movilizaciones. Además, finalizará
en la antesala del plebiscito de octubre lo que ya genera algunas opiniones en
la derecha en el sentido de postergar o derechamente no realizarlo. El expresidente de la UDI, Pablo Longeira , actualmente procesado por cohecho, se
suma a Andrés Allamand de RN en la idea de saltarse el plebiscito y que sea el
Congreso el que redacte una nueva constitución.
El drama se vive
en los sectores populares en donde hay personas que han muerto en sus casas
esperando atención y la pandemia del hambre que se hace cada vez más latente,
proliferando las ollas comunes lo que a su vez ha desencadenado una red
solidaria nacional e internacional. El gobierno intentó bajar la presión con
entrega de cajas con mercadería lo que resultó insuficiente y desencadenó una
ola de protestas en las poblaciones más necesitadas.
Por ahora se
cree, según los expertos, viene la etapa más dura en los próximos dos meses y
desde los gremios, organizaciones sociales, sindicales se está presionando al
gobierno y congresistas por los temas más sentidos por los chilenos/as como la
derogación DL 3550 (Fin de las AFP), impuesto a los súper ricos, ingreso básico
universal, fortalecimiento de la salud pública, crisis hídrica, rechazo a la
criminalización de la protesta social, retiro del proyecto tpp1 y por cierto el
próximo plebiscito entre otros.
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