brasil:¡Suficiente, la gente no puede aguantar más!

Editorial del periódico O Trabalho... Maracaibo 20-06-2020

Una cuestión inevitable, ampliamente abierta por la pandemia en todo el mundo, es que los trabajadores estaban limitados social y económicamente a las condiciones degradantes impuestas por el capital financiero.

En Brasil, la situación se agrava con el país a merced del gobierno de Bolsonaro, construido por los intereses asociados, representados por algunos que ahora dicen que están preocupados por el curso de las cosas, pero, de hecho, están preocupados por preservar la aplicación de la política para la cual Bolsonaro fue elegido por ellos.

La escalada mortal contra las personas, sus vidas, derechos y trabajos continúa.
Las muertes de Covid-19 se cuentan en decenas de miles y el número de contaminadas en cientos de miles; los millones son trabajadores contados que pierden sus derechos y salarios, y decenas de millones son los que pierden sus empleos.

Y el gobierno, con el apoyo del Congreso, continúa gobernando y atacando, como las medidas provisionales aprobadas recientemente 927 y 936. La policía militar continúa matando a jóvenes en las periferias, como Guilherme, de 15 años, asesinado en la capital de São Paulo el 16.

Con respecto al gobierno, Fabrício Queiróz, el amigo de la milicia, es arrestado en la casa del abogado para que la familia presidencial, los empresarios y los diputados sean investigados. ¡La crisis es grande! Pero nada es un obstáculo para que Bolsonaro siga adelante. Los generales, entre 3000 funcionarios del gobierno, canciller. Cometiendo crimen tras crimen, como el llamado a invadir hospitales, el gobierno sigue a cargo.

El presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, deja las solicitudes de destitución en el cajón, mientras que, en el Poder Judicial, los procesos que podrían conducir a la destitución del boleto Bolsonaro-Mourão o el impedimento de Bolsonaro se están procesando lentamente.

Una crisis profunda y todo está en una doble caldera hasta que "los de arriba" encuentren una salida para preservar sus intereses.

¡Suficiente!

Los de abajo comenzaron a sacar a la calle la lucha por echar al gobierno de Bolsonaro. A pesar del riesgo de la pandemia, una acción de quienes no tienen opción. Como dijo acertadamente el presidente del PT, Gleisi Hoffmann, al saludar a la Plenaria Nacional de Diálogo y Acción Petistiana, las personas que van a las calles "son las personas que fueron elegidas para morir, pero que optaron por luchar para vivir". De hecho, en las manifestaciones del 7 y 14 de junio, hubo una gran presencia de jóvenes de las periferias y grupos negros.

Es allí, junto con aquellos que luchan por la vida, por los derechos y el empleo, por la apertura de hospitales, por el fin del genocidio de los negros, y ahí es donde la lucha por el fin del gobierno puede abrir un camino real hacia la democracia, la soberanía, a los derechos y logros de los trabajadores.

En esta perspectiva, surge una pregunta: ¿cómo pueden los trabajadores hacer cumplir las medidas que revierten la destrucción desde el golpe de 2016 y avanzar en nuevas conquistas? De "cola a cola", hay mucho por hacer y deshacer. Las instituciones, a pesar de los accidentes de hoy, están contaminadas por la podredumbre que generó Bolsonaro.

La Plenaria de Diálogo y Acción de Petista discutió la reanudación de las luchas, en las cuales DAP está presente. Y concluyó que la tarea de poner fin al gobierno de Bolsonaro abre la discusión sobre lo que vendrá después. La disposición mostrada en las manifestaciones del 7 y 14 de junio, en huelgas y manifestaciones localizadas, tiende a crecer. De allí vendrá el punto de apoyo para crear las condiciones para la lucha por un nuevo gobierno y una Asamblea Constituyente Soberana para descontaminar al país de la política parasitaria de capital financiero que limita a los trabajadores a condiciones de vida miserables.