Por Lucien Gauthier-
publicado en informations ouvrières Maracaibo 20-04-2020
Este titular que encabeza la portada del diario
patronal Les Echos, * ) muestra
su alarma por la caída de las bolsas, por la crisis general del sistema
productivo. El coronavirus no provoca la crisis económica, pero la pone al
descubierto y la acelera.
La fragilidad del sistema capitalista mundial en
crisis se expresa sé manera brutal. El carácter parasitario de la economía, lo
que se llama la «financiarización», está sometido a la menor vicisitud de la
situación mundial. Incluso antes de la declaración de la pandemia, la economía
mundial estaba ya al borde de la ruptura con la crisis petrolera y la caída del
precio del barril, con la guerra comercial de Trump declarada contra China y la
Unión Europea. Desde hace varios meses, se anuncia la llegada de una nueva
crisis financiera más profunda que en 2008.
La pandemia
es un acelerador de esta crisis. Es significativa la reacción de los gobiernos
de las grandes potencias imperialistas: Trump desbloquea varias decenas de
miles de millones de dólares para salvaguardar las empresas estadounidenses. La
FED, Banco Central Estadounidense, ha desbloqueado para las empresas 1,5
billones de dólares (los beneficios de esas empresas ascendieron el año pasado
a 2 billones de dólares). Los gobiernos de la Unión Europea, en particular
Francia, España, Alemania e Italia hacen lo mismo. En cambio, los trabajadores
se ven sometidos a nuevas medidas restrictivas, al paro o a los despidos con
una disminución en cualquier caso de sus recursos para subsistir.
Esta crisis pone al descubierto todos los aspectos
reaccionarios y podridos del sistema capitalista mundial. Basta con ver cómo la
destrucción de los sistemas sanitarios en Europa (cierre de camas, eliminación
de empleo) lleva hoy a los hospitales al borde de la explosión, con la
imposibilidad de atender a todos los enfermos.
En Estados Unidos, donde no existe sistema de
seguridad social, muchos estadounidenses se ven privados de cualquier acceso a
la atención sanitaria, y eso en la primera potencia imperialista del mundo.
¿Y qué decir de países como los africanos que,
debido a los saqueos de las grandes potencias imperialistas, se encuentran
privados de verdaderos sistemas sanitarios, incapaces de poder atender a su
población?
En todos los países, en nombre de la pandemia, los
gobiernos llaman a la «unión sagrada». Utilizando la pandemia, se dice a los
trabajadores y a sus organizaciones que no es momento de reivindicar mientras
que se entregan miles de millones a los patronos. Se llama a todas las
organizaciones a cerrar filas en torno al gobierno, es decir, los
representantes de los capitalistas. En Argelia, el primer ministro, llama a
acabar con las manifestaciones en nombre de la pandemia. En España, se prohíben
las manifestaciones, pero no se han cerrado las iglesias.
La pandemia es un asunto serio que hay que combatir
para preservar a la humanidad, pero los gobiernos, que buscan la preservación
del sistema capitalista, son incapaces de garantizar la protección de la
humanidad.
Este sistema capitalista, como demuestra el ejemplo
de la sanidad pública –y es solo un ejemplo-, es incapaz de garantizar la
defensa y la supervivencia de la humanidad. Su política de saqueo, de
destrucción de derechos provoca catástrofes humanitarias. El paludismo, una
enfermedad cuya cura se conoce, provocó 435 000 muertes en 2018 (el 80% de los
casos en África subsahariana) por falta de medios financieros y sanitarios para
atender a esos enfermos.
El capital es
el saqueo y las guerras. En Siria, de una población de 20 millones de
habitantes, desde que las potencias imperialistas desencadenaron la guerra, ha
habido 380 000 muertos y 6 millones de refugiados.
Como afirmaba la gran revolucionaria alemana, Rosa
Luxemburgo, la alternativa está clara: «Socialismo o barbarie».
* Les Echos, 13 de marzo de 2020 periódico
francés de la patronal
Un artículo periodístico de alto nivel informativo y comprometido con las clases obreras más explotadas de la sociedad, por empresas multinacionales y patronos sin humanidad, utilizando capital fascista...Las fisuras abiertas en el capitalismo mundial, vienen de usar la banca y las finanzas, métodos ilegales de acapar el dinero de los clientes, con una estructura piramidal invertida, que oculta la verdadera usura y estafa de la estructura piramidal real...Vengo observando ese funcionamiento con numerosos datos. ...Los entes financieros no manejan dinero físico sino papel...Si cada ciudadano sacase el dinero de su banco, ....todos....El banco iría a la quiebra y no tendría con que pagar....a los depositarios...Eso ha ocurrido en España con la burbuja inmobiliaria y el rescate a los bancos por más de 100 mil millones de euros, incluidas empresas..Solo con la creación por parte del pueblo y controlado por el pueblo con información veraz, de un sistema de FONDOS DE RECURSOS FINANCIEROS SOLIDARIOS, se puede construir una sociedad equitativa, digna y solidaria. ...Pero el método nunca triunfaría porque los buitres carroñeros del capital manchado de fascismo y saqueo del erario público no lo defarian triunfar....Saludos al que me lea...
ResponderEliminarGracias por su comentario, saludos
Eliminar