Por: Julio Turra….prensa colectivo trabajo juventud Maracaibo
23-102018
Saber quién es el
enemigo es vital para voltear el juego y ganar las elecciones
La repulsa legítima
al discurso de extrema derecha de Jair Bolsonaro y sus seguidores, lleva a
mucha gente a decir que estamos ante la amenaza del fascismo.
Es necesario saber
identificar al enemigo para ser eficaz en el combate a él. Hay una manía en
sectores de la izquierda de tratar a todos los enemigos de la clase obrera y de
los oprimidos como "fascistas", como si fuera un insulto dirigido a
ellos. Así, Aécio, Temer, ACM Neto, Caiado, todos ya fueron o serían
"fascistas" que "no pasarán".
Lo que tiene su
origen, aunque no se tenga conciencia, en la posición de la socialdemocracia y
del estalinismo que no combatieron el fascismo y el nazismo cuando surgieron en
Europa. "Socialistas" creían que era un partido de derecha con el que
se podía convivir en el parlamento, y el estalinismo minimizó el nazismo,
transformando la socialdemocracia (que pasó a llamar
"social-fascista") en "enemigo principal". Cuando llegó el
desastre, con las organizaciones de los trabajadores destruidas y con ellas la
democracia, ahí los partidos estalinistas, sin la menor autocrítica, se
convirtieron en campeones de "frentes antifascistas", escondiéndose
detrás de cualquier demócrata burgués.
El marxista que mejor
identificó el nazi-fascismo, León Trotsky, proponiendo el frente único para
barrerlo, vio en el fenómeno, desde su inicio, un movimiento de masas,
enmarcado por un partido disciplinado y con una ideología totalitaria, volcado
a la destrucción de las organizaciones de los trabajadores y financiado por las
grandes empresas, en una situación en la que el funcionamiento normal de la
democracia burguesa era incapaz de contener la inestabilidad política provocada
por la lucha de clases (véase cuadro abajo).
¿Bolsonaro es el fascismo?
El "bolsonarismo
es una reunión de viudas de la dictadura militar con ramificaciones en las
Fuerzas Armadas (del candidato a vice, a generales" futuros ministros
"), con jefes de Iglesias evangélicas, diputados de las bancadas rurales y
de la bala, abrigados en una leyenda de alquiler que es el PSL (hasta poco
Bolsonaro era PSC), que canaliza un amplio sentimiento "contra el sistema
político corrupto" existente en la clase media arruinada y en sectores
populares, engañándolos con un discurso moralista y de odio, haciendo del
"antipetismo" su caballo de batalla, en lo que fue ayudado por los
grandes medios, por el PSDB, el MDB y otros políticos de la burguesía.
No se trata de
disminuir el peligro que representa a Bolsonaro, muy al contrario. Es claro que
hay eslóganes, actitudes y acciones criminales de cuño fascista en el
"bolsonarismo", pero él es sobre todo la manipulación, a través de
medios modernos en las redes sociales importadas de la campaña de Trump en
EEUU, que hace a las personas "normales" creer que un diputado que
hace casi 30 años es parte del sistema político podrido que dio el golpe de
2016 (que incluye al Poder Judicial), que votó a favor de todas las medidas de
ataque a los derechos ya la soberanía nacional del gobierno Temer, sea un
candidato "anti- sistema ".
No se trata de una
discusión académica sobre el fascismo. Es una cuestión concreta: tratar a todos
los electores de Bolsonaro como "fascistas", a diferencia de
desenmascarar a ese farsante, sólo va a cohabitarlos alrededor del ex capitán.
En la práctica, aunque de buena fe, es lo que acaba pasando con movimientos
como "mujeres contra el fascismo" o "frente antifascista".
El PCdoB y el PSOL,
sacuden también el "antifascismo". La UNE, por ejemplo, propone
"frentes antifascistas" en las Universidades. Los sectores del PSOL
convocan "plenarias antifascistas", buscando prolongar el
"elenón" que ocultó el voto 13 y dio munición para "mujeres con
Bolsonaro", "sí", etc.
Otro campeón del
"elenón" fue el PSTU, que ahora llama al voto 13, pero niega "apoyo
político a los candidatos" y "alerta" que Haddad va a atacar a
los trabajadores y sus derechos, ayudando a lanzar confusión entre los
trabajadores.
Es hora de hablar
claro para las amplias masas: para barrar el retroceso y los ataques a los
derechos ya la democracia que Bolsonaro representa, sólo hay una vía: el 28 de
octubre, el voto es 13 en Haddad. Más adelante, sólo una Constituyente soberana
elegida por el pueblo podrá enterrar el "sistema podrido", expresado
en la composición del próximo Congreso nacional, y abrir la vía para la
satisfacción de los intereses populares!
Trotsky y el fascismo
El revolucionario
ruso Leon Trotsky analizó el fenómeno del fascismo, desde sus orígenes en
Italia en los años 20 a su punto culminante en la Alemania de los años 30 del
siglo XX, para caracterizarlo:
"El fascismo
basa su programa en la disolución de las organizaciones obreras, en la
destrucción de las reformas sociales y en el aniquilamiento completo de los
derechos democráticos, con el objetivo de impedir el renacimiento de la lucha
de clases del proletariado. El Estado Fascista legaliza oficialmente la
degradación de los trabajadores y la pauperización de las clases medias en
nombre de la salvación de la nación y de la raza, nombres presuntuosos bajo los
cuales se oculta el capitalismo en decadencia. (1939 - "El marxismo y
nuestra época"
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