por:el editorial el trabajo de 18 de febrero
Estaría
el gobierno buscando otra base de apoyo que no esa que lo reeligió?
Mientras que la acumulación
de signos de una recaída en la crisis financiera y económica mundial, con más
ataques a los derechos y acciones de guerra contra el pueblo, aquí en Brasil el
gobierno Dilma insiste en la misma política que lo ha aislado de su base
popular y tierra abierta a los trabajadores la ofensiva de la derecha
reaccionaria en 2015.
En el momento en Lula se
convierte en el principal objetivo de las operaciones de los tribunales
manipulados dirigidos a la destrucción del PT, el Ministro Jaques Wagner, según
el blog de Fernando Rodríguez (UOL), se reúne con empresarios en Sao Paulo
decir "Dilma no se recupera más su popularidad, pero continuar el legado
de la reforma del bienestar”. Wagner negó la primera parte de la frase (la
popularidad), pero no el segundo.
Es el teatro del absurdo.
Dilma no sólo cayó en 2015 gracias a la movilización dibujado por la CUT y las
organizaciones de los movimientos populares y estudiantiles contra el ajuste
fiscal y contra el golpe. La renuncia del ministro Levy parecía indicar una
nueva dirección para el gobierno, pero esta expectativa se vio frustrada con el
anuncio de la privatización en el sector eléctrico y un nuevo ataque a la
seguridad pública.
Por lo tanto, en contra de
la base social que eligió y en contra de la opinión de su propio partido, el
PT, Dilma coquetea con las propuestas del "puente hacia el futuro"
del PMDB y permite flexibilidad a las reglas de compartición en el pre-sal, en
diálogo con el proyecto Serra (PSDB) presentó en el Senado. El Gobierno se
busca otra base de apoyo en contradicción con la re-electo?
Lo que es seguro es que
Dilma se aleja cada vez más del mandato que recibió en octubre de 2014.
Lo que se destaca el papel
de la CUT, que no debe ceder a la presión de meseta a aceptar los reveses en la
Seguridad Social y debe seguir movilizando en contra de la terribles efectos de
la crisis global imperialista junto con sus aliados de los movimientos
populares contra la privatización y el ajuste fiscal con su recorte de despidos
y de los derechos, en favor de otra política que preserve Brasil, su gente y la
clase de trabajadora.
La movilización nacional propuesto por la CUT
y otras entidades de los frentes populares y Brasil La gente sin miedo el 31 de
marzo es el momento de centrarse las demandas de cambio de política dirigidas a
Dilma.
También hace hincapié en la
responsabilidad del PT que quieren defender la extinción de su partido y
redimir sus mejores tradiciones, actuando como un verdadero partido de los
trabajadores para superar el punto muerto en la crisis que puso el gobierno de
Dilma.
Es el servicio de este
objetivo que prepara el Encuentro Nacional de Diálogo y Acción PT 19 y 20 de
marzo en Sao Paulo, con reuniones locales abiertas a la participación de todos
los miembros del PT que se identifican con la necesidad de mantener una clase
de su propia organización política de trabajo.
Comentarios
Publicar un comentario