Por José
Mendoza
3 de
Marzo de 2014
Dada la actual situación de crisis
estructural que sufre el proceso revolucionario venezolano es prioritario
plantar postura firme frente a las amenazas puntuales a la continuidad,
profundización y avance de la revolución. La amenaza permanente de una
oposición embajadora de los intereses imperiales ya es conocida y hasta
redundante; sin ánimos de subestimarla, yaqué dicho error sería fatal.
Hasta el
momento los acontecimientos que se han generado en el país corresponden a un
mismo guion refrito de los entes injerencistas, quintas columnas, burocracia oligarca,
del capital financiero especulativo,
intereses territoriales y económicos de oligarquías vecinas y un Don Corleone
paramilitar con máscara de estadista humanista de misión internacionalista que
que lucha por la libertad, pero como Ali nos enseño a cagarnos en la libertad
que defiende Superman, claro deberíamos tener que para resolver nuestros
problemas solos tenemos soberanía y autodeterminación, las cuales defenderemos
firmemente.
La defensa
de la nación es prioritaria en este momento y pasa por proteger los logros que
se han alcanzado en estos quince años de revolución, pero esencialmente
necesario es profundizar estos logros y alcanzar nuevas conquistas frente al
capital, son las contradicciones propias de un proceso de transición al
socialismo las que minan las perspectivas de continuidad de la revolución;
dando un
ejemplo conciso en una gama de un sin número de contradicciones, la burocracia
institucional se ha convertido junto con la corrupción en un gigantesco muro de
contención de la iniciativa de avance y pro actividad creativa y productiva de
las bases , se pintan de rojo, se agarran de las manos y cual corral humano
mantienen sumiso al rebaño con el permanente chantaje de calificar como
“traidor al proceso” o contrarrevolucionario a todo aquél que ose profanar la
sagrada embestidura institucional a la cual representa y encarna en nombre del
estado, del gobierno y como cereza en el helado del comandante, por que como
todo buen camaleón enquistado en el proceso no es sin escudarse tras la figura
del comandante Chavez.
Ya basta de
chantaje y manipulación de quienes son los verdaderos traidores al proceso,
deber es de todo revolucionario asumir y enfrentar contradicciones como estas,
con organización y como ciudadanos consientes y consecuentes de ser sujetos de
derechos y deberes, necesario es asumir una lucha en contra de cualquier
postura burocrática de caudillos atrincherados en cuotas de poder en
contraposición con el bienestar del pueblo. Los eventos de los últimos días
podrán ser y deben ser resistidos y superados, pero de no afrontar nuestras
fallas este proceso tiene los días contados. Basta de medias tintas, por un
socialismo pleno necesaria es la autocritica!
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