Entrevista a Luis
Mesina
Sobre el golpe de
Estado chileno al cumplirse el 40 aniversario
Luis
Mesina es secretario general de la Confederación de sindicatos del sector
bancario, uno de los principales sindicatos del país. Mesina era joven
estudiante de Liceo en el momento del golpe. Participó en la resistencia a la
asonada. Su vida política se ha desarrollado en la acción de la clase bajo la
dictadura, después en la reconstrucción de las organizaciones a la caída de
Pinochet. Actualmente apoya la candidatura a la Presidencia de Marcel Claude,
que se pronuncia por la Constituyente y la recuperación de derechos sociales
acabando con la herencia pinochetista que los diferentes gobiernos de la
Concertación han preservado. Políticamente se identifica con las posiciones de
la Cuarta Internacional en defensa de la independencia del movimiento obrero en
la lucha contra la guerra y la explotación
¿Qué significó para los trabajadores el
periodo de la UP?
Este periodo está lleno de contradicciones; por una parte, los
trabajadores aumentaron significativamente sus condiciones de vida, mejoraron
sus salarios y, quizás, nunca en la historia del país fueron protagonistas de
un proceso auténtico de transformaciones sociales, económicas y políticas como
las de esa época. Al mismo tiempo, durante los mil días de gobierno popular,
fueron testigos y actores de la descomposición política en la que caían las
direcciones de los partidos de la UP, vieron, como éstos que integraban al
gobierno de Allende, hacían todo para desarmar y desproteger a los trabajadores
ante el inminente golpe militar. Observó, atónitos cómo el gobierno popular en
vez de apoyarse en el creciente desarrollo de la clase obrera, incorporaba
militares al gobierno; aplicaba la ley de control de armas permitiendo a los
militares allanar y reprimir a obreros organizados y, cómo, los sectores más
reaccionarios del país fortalecían las instituciones del Estado que
posteriormente instalarían la tiranía. Pinochet fue la expresión más evidente
de estas contradicciones, fue nombrado por Allende como máxima autoridad del
ejército y sería él uno de los artífices del mismo.
¿Cómo
se organizaban los trabajadores en esa época?
Los trabajadores alcanzaron niveles de organización superior,
nacieron los “cordones industriales”, quizá la forma más desarrollada de
participación y de democracia obrera que se conozca en América Latina. Allí se
decidían las acciones que los trabajadores emprenderían en su lucha por avanzar
hacia una sociedad sin clases. Se resolvían la toma de fábricas, el carácter de
las empresas, los ritmos de producción y quienes las administrarían; en fin,
los cordones industriales se convirtieron en organismos de “doble poder” en
esa época y su rol cuestionaba al propio gobierno y a los partidos, siendo sus
mayores adversarios la CUT y el Partido Comunista, que eran contrarios a las
transformaciones estructurales.
¿Cómo
se conformó la Unidad Popular (UP)?
Estaba integrada por el Partido Comunista (PC), Partido Socialista
(PS), Partido Radical (PR) y MAPU (escisión de la Democracia Cristiana, DC).
Fue un Frente Popular, sui géneris, comparado con otros de la región, fue
altamente progresivo llevó adelante medidas anticapitalistas importantes, como
la nacionalización del cobre sin indemnización para las compañías americanas;
profundizó la reforma agraria y nacionalizó gran parte de la banca; más de 50
empresas pasaron a formar parte del área social que permitió el control obrero
sobre varia de ellas. Alcanzó la victoria el 4 de septiembre de 1970 y fue
derrocado el 11 de septiembre de 1973. Constituye una de las experiencias más
relevantes de la política latinoamericana, tanto por la forma en que llegó al
poder, como por la forma trágica en la que culminó. al fin y al cabo sus limitaciones
facilitaron el golpe de Pinochet
¿Qué
rol jugaron el PS y el PC en ese periodo?
En el PS se expresaban dos corrientes, una
reformista y una revolucionaria. La primera era partidaria junto al PC de
incorporar a otros sectores a la UP, abrirse hacia la derecha, buscaban que ese
Frente Popular definitivamente pactara con la DC formas “ordenadas” y
“respetuosas” del ordenamiento burgués para producir transformaciones
económicas en el país. No eran partidarios, por ejemplo, de nacionalizar la
banca, creían que era mejor, desarrollar formas mixtas de control de la
propiedad, de igual manera, su postura sobre la Reforma Agraria era
conservadora, no compartían la expropiación de todos los predios agrícolas,
junto al PC, cuya dirección estalinista era abiertamente contraria a las
transformaciones que Allende impulsaba, perseguían “estabilidad” y reformas
dentro del marco constitucional. Otro sector del PS, a la izquierda de Allende,
con influencia trotskista y simpatizante de la revolución cubana, era
fuertemente permeado por los trabajadores. Sus dirigentes sociales, en un
porcentaje significativo encabezaban los cordones industriales y propagaban el
“avanzar sin tranzar”. En su último Congreso, antes del golpe, proclamó la
lucha armada para alcanzar el poder.
El PS era el partido del presidente Allende y era, quien más
claramente expresaba las contradicciones de la lucha de clases que se desarrollaban
en el país.
El PC jugaba el rol más derechista junto al PR dentro de la UP. Su
papel claramente conservador, le llevó a impulsar la política de devolución de
las fábricas ocupadas por los trabajadores, a revisar la política de reforma
agraria devolviendo miles de hectáreas arrebatadas por los campesinos a los
sectores terratenientes y, además, fue uno de los mayores simpatizantes de
incorporar militares al Gobierno de Allende apoyando la “ley de control de
armas” que ayudó a que el golpe militar no encontrará resistencia armada. El
estalinismo es uno de los mayores responsables en la derrota del movimiento
obrero y campesino, su política de alianza con la burguesía fue fatal para los
intereses de los trabajadores chilenos, su insistencia por pactar con la DC
produjo un debilitamiento de las fuerzas populares que se nucleaban en torno al
gobierno y debilitó las bases mismas para su defensa.
¿Después de 40 años qué pasa con
los partidos de la UP?
Del 90 en
adelante el PS pegó un giro extremo, abandonó prácticamente todas sus
propuestas socialistas y hoy, es abiertamente un partido al servicio del
sistema capitalista. Pertenece a la Internacional Socialista y en Chile forma
parte de la alianza con la DC que gobernó el país durante 20 años (1990-2010),
con una política que perpetuó todas las instituciones heredadas de la dictadura,
como la Constitución Política; el sistema privado de pensiones, la salud y la
educación privada. El PS es hoy un partido más de burguesía, su composición
social ya no son los trabajadores, su programa es abiertamente colaboracionista
y, además, de respeto a los intereses de las grandes corporaciones
transnacionales, es claramente un partido pro imperialista.
El
Partido Comunista, después de 40 años, logra lo que no consiguió durante la
UP, hoy forma parte de la coalición política que gobernó Chile durante 20 años,
junto a la DC, al PS, PR y otras pequeñas agrupaciones, denominados “Nueva
Mayoría” que postulan para la presidencia a fines de año a Michelle Bachelet, ex
presidenta de la República y una de las mayores responsables en liquidar la
Educación Pública. Sus máximas figuras, que dirigieron las movilizaciones
estudiantiles el 2011, hoy reniegan de sus demandas y llaman a votar por la
candidata de los empresarios, la misma que atacó la educación sistemáticamente.
¿Se puede decir que la política
del PC ha triunfado?
En un sentido el PC puede lograr aumentar sus representantes en el
Congreso, pasó de ser un partido proscrito en la dictadura a un “fiel”
colaborador del establishment y, en consecuencia, pasa a ser un partido con
representación parlamentaria, lo cual no significa que haya triunfado, por el
contrario, su ingreso a la coalición “Nueva Mayoría” le implicó pagar un alto
costo entre los estudiantes, que ven como una utilización o manipulación que
sus máximas dirigentes hayan decidido ser parte de la misma coalición que
originó las luchas, con lo cual su desprestigio aumenta considerablemente.
Además, la actual presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT),
también militante del PC deberá jugar un rol de morigeración de las luchas
obreras en el país, en estos últimos meses se han desatado varios conflictos
obreros, la CUT ha evitado coordinarlos y unificarlos, por el contrario ha
mantenido la fragmentación que durante años promovieron la DC y el PS en el
seno del movimiento sindical.
Es posible esperar que los conflictos se multipliquen dada la
profunda desigualdad existente y, sin dudas, colocará en fuertes aprietos al PC
al no poder responder a las demandas de los trabajadores.
¿Existe hoy una alternativa?
En este
contexto surge una alternativa independiente del establishment, encabezada por
Marcel Claude, que propone un programa de 10 medidas concretas que chocan con
el ordenamiento económico, político y jurídico del régimen chileno. En efecto,
el programa contiene:
1.
Asamblea Constituyente y un nuevo sistema Electoral como primera
gran demanda. Nueva Constitución
2.
Refundación del Estado lo cual significa descentralización de éste
y elección de todas las autoridades en cada una de las regiones del país.
3.
Educación Pública, laica y gratuita.
4.
Salud Pública Universal.
5.
Fin de las AFP y su reemplazo por un sistema de reparto,
solidario.
6.
Renacionalización de los recursos básicos, del cobre y del agua.
7.
Nuevo Código del Trabajo.
8.
Regulación de la Banca.
9.
Nuevo trato a la inversión extranjera.
10.
Legislación antimonopolio.
Estas
propuestas calan hondo en las necesidades de las masas que durante 40 años han
sentido postergadas todas sus aspiraciones y, la sola propuesta de Asamblea
Constituyente es en sí, una confrontación radical con el actual sistema
chileno.
Las
perspectivas de que esta candidatura abra la posibilidad para construir un
Partido de los Trabajadores son reales, alrededor de ella y de su programa se
han ido sumando importantes sindicatos. La constitución del Frente de
Trabajadores por Marcel Claude, en todo el país, está permitiendo que sobre la
base de un programa que demanda un nuevo Código del Trabajo, una nueva
Previsión no más AFP y una nueva constitución política se rearticulen los
trabajadores.
En este
contexto, nuestra lucha por ganar un espacio en el mundo del trabajo es
positiva. El PC no puede disputar nada, se ha comprometido con el sistema y es
visto como un partido que no representa a los trabajadores.
A 40 años
del golpe, los trabajadores estamos conminados a dar un salto, el golpe del 73
fue fundamentalmente un golpe contra la clase obrera, contra sus derechos,
contra sus avances, contra su forma superior de organización que habían alcanzado
a través de los Cordones Industriales y, es menester conmemorar esta fecha
comprometiendo nuestros esfuerzo en la lucha y por dotar a los trabajadores de
una verdadera dirección que restituya el papel que nunca debieron perder.
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